La temporada de verano nos trae blockbusters duraderos y también un tipo de película que se ha ido estableciendo como fenómeno consistente: las cintas con tiburones. Megalodón 2: La fosa es el último ejemplo de una ola que nos trae también explotaciones como Tiburón negro o A 47 metros. Ninguna consigue todavía la magia que tiene la imprescindible Tiburón.
Una película que cambió para siempre el cine comercial, y que también desató una fiebre por la "sharksplotation" que todavía dura. Se han intentado hacer variaciones de su fórmula, pero no todos toman las lecciones adecuadas de un Steven Spielberg que, con sólo 29 años, se confirmaba como uno de los mejores cineastas de su generación.
La acción se traslada a un pequeño pueblo costero de Estados Unidos, Amity Island, cuando se suceden una serie de ataques a bañistas y navegantes que nadie logra entender. Todos los brutales acontecimientos se producen debido al temido tiburón blanco, un animal de más de tres toneladas de peso que está sembrando el caos en la zona donde se desarrolla la historia.
Las 59 mejores películas y series que puedes ver en Prime VideoUna vez que se desata el pánico, el Sheriff Brody, acompañado en todo momento por un experto biólogo y un marinero consumado y algo inquietante, se enzarzará en una lucha desesperada para asegurar la supervivencia de los ciudadanos y de esta forma poder acabar con la terrible amenaza acuática.
La experiencia completa es la que vuelve a Tiburón una obra maestra del cine de terror, y también del cine de tiburones. No obstante, creo que hay dos escenas que la hacen ejemplar, y muchas deberían aplicar algo parecido para engrandecer sus propuestas. Una de ellas es la escena donde el jefe Brody y el biólogo tratan de hacer entender al alcalde de Amity que la amenaza es seria. La puesta en escena y la dirección de actores es magistral, con Spielberg transmitiendo la urgencia de la situación y también metiendo algo de humor a través de un cartel saboteado que es mostrado en el mejor momento.
'Tiburón': maestría en dos escenas
La otra escena que considero primordial para Tiburón, y quizá muchos hoy la considerarían un relleno que no hace avanzar la trama, es la escena donde los tres protagonistas comparten historias sobre sus cicatrices mientras beben. La clase de camaradería creada en esa escena, después de ir haciendo evolucionar a estos personajes por separado, muestra una increíble conexión que luego hace que te importe lo que les pase en el duelo final con el enemigo.
Es una de las mejores películas de todos los tiempos, pero Steven Spielberg se arrepiente de ella por una triste razónEstas dos escenas son las que, en mi opinión, dan a Tiburón su condición de clásico, y no la vuelven sólo una buena cinta sobre escualos asesinos. El motivo por el que podemos volver a verla tras todos estos años, cosa que no se puede decir tanto de otras cintas con estos animales. Una película que yo mismo no me canso nunca de volver a ver.
Puedes ver Tiburón en Amazon Prime Video, Filmin y en SkyShowtime.
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