La historia detrás de las cámaras de Poltergeist es una de esas leyendas que nos ayudan a entender cómo funciona Hollywood. Originalmente, Steven Spielberg pensó en ella como una secuela de Encuentros en la tercera fase, pero mucho más terrorífica: su nombre, Night Skies. Y el motivo por el que nunca la vimos... E.T. Como Spielberg no podía dirigir dos películas a la vez le dio el puesto de esta secuela más o menos espiritual a Tobe Hooper, que finalmente la rechazó y ofreció otra diferente: de una historia de ciencia-ficción a una de fantasmas. Pero el lío solo acababa de empezar.
No me esTobes
No es que Tobe Hooper necesite presentación de ningún tipo: La Matanza de Texas le convirtió directamente en una pieza indispensable para entender el mundo del cine de terror. El problema es que Spielberg era mucho Spielberg y se rumoreaba que, durante el rodaje de Poltergeist, ambos fueron co-directores (unos dicen que más, otros que menos), algo que ambos niegan tajantemente... a su manera. Pero si hay algo que no le puedes decir al público es que un rumor es falso, porque pasa a ser realidad. Hay muchos más rumores de la película, sí... pero son bastante más macabros.
Los efectos visuales de Poltergeist son impresionantes (no en vano estuvieron hechos por ILM) y de hecho consiguieron una nominación al Óscar, que perdieron contra, paradójicamente, E.T. Pero hay uno de estos efectos que es mucho más real de lo que parece. En la escena en la que JoBeth Williams cae en la piscina y empiezan a aparecer esqueletos desde el fondo, su cara de terror era genuina, porque se trataba de esqueletos reales de personas. Era más barato y más efectivo, y seguro que al verla por primera vez pensaste "Eh, qué bien hechos están, parecen de verdad".
No es la única película del mundo que ha usado esqueletos reales. De hecho es un truco habitual dado que realmente se nota a la hora de bajar un presupuesto. El caso es que Williams estuvo los cuatro o cinco días de rodaje de la escena bañándose con muertos. El propio encargado de los efectos especiales, Craig Reardon, confesó años después que "Creo que los huesos vinieron de India. Teníamos 13". Escalofríos auténticos, ¿eh?