Pareciera cosa del destino. Mario Casas, uno de nuestros más claros sex symbols patrios, durante un tiempo, estuvo encasillado en papeles que explotaban su evidente atractivo físico. Uno de los grandes pelotazos en los que interviniera es un claro ejemplo de ello: la saga de Tres metros sobre el cielo, que se componía de este título y de su secuela, Tengo ganas de ti, ambas adaptaciones de las correspondientes novelas del italiano Federico Moccia, explotaban al máximo el físico y el carisma del intérprete gallego.
Y decimos lo del destino porque para su primera película como director ha elegido un ambiente, digamos, similar: gente guapa, atmósfera de cine quinqui pasado por la estética millennial y zennial, y aquí no ha pasado nada. El título de la película es Mi soledad tiene alas (hasta el título transmite sensaciones similares al de la dupla de Moccia) y cuenta con los ingredientes que hemos dicho antes.
Su sinopsis es esta: Dan, interpretado por el hermanísimo de Casas, de nombre Óscar y de apellido ya os imagináis cuál, anda siempre de líos con dos de sus amigos, Vio (Candela González) y Reno (Farid Bechara), viviendo al límite y dando palos a joyerías. Sin embargo, Dan esconde algo más que un simple quinqui de barrio: todo un artista. Todo cambia el día en que su padre sale de la cárcel y vuelve a entrar en su vida. En ese momento, entrará en diversos acontecimientos violentos que pondrá a prueba su amistad con los dos amigos e, incluso, su propia vida.
Luba Canal
En esta ocasión, Mario Casas no ha querido tirar de ningún superventas literario que le salve la papeleta ante la taquilla y se ha atrevido con un guion de cosecha propia, escrito al alimón con Déborah François, guionista francesa desconocida en nuestro país. Eso sí, la tarea de dirección la afronta en soledad. En una entrevista en la agencia Europa Press, Casas ha declarado que su participación en este proyecto “está siendo una experiencia única que me está cambiando, o puedo decir que ya me ha cambiado la vida; al final yo también soy actor y cuando uno llega al rodaje y a unos ensayos, está todo hecho y masticado y, de repente, empiezas en la dirección, y es un proceso largo y desde cero. Es una experiencia que también ha cambiado la forma de ver mi profesión aún más”.
En relación con el título de la cinta, Casas asegura que se trata de una alusión directa a cuando estaba en Madrid buscándose la vida como actor (Casas es originario de A Coruña): “Me fui a Madrid siendo un niño, sin mis padres, buscando el sueño de ser actor, y, de repente, me sentí solo durante los dos primeros años. Pero, sobre todo, tenía un sueño”. Al igual que el protagonista de la película, Casas, un tipo duro, pero que esconde un alma de artista.
Mi soledad tiene alas se estrenará en nuestros cines el próximo 25 de agosto. Para ir abriendo boca, no te pierdas el tráiler que tenemos en exclusiva para ti. Gente guapa, sentimientos intensos, un poquito de cine quinqui y ya tenemos un plato preparado para despedir agosto.
