En 2016, Harrison Ford salió a la palestra a nombrar las dos únicas condiciones que ponía para hacer una quinta parte de Indiana Jones. La primera, que Steven Spielberg la dirigiera. La segunda, que tuviera un guion realmente bueno. Sobre lo segundo, la gente puede juzgar por sí misma, pero, desde luego, James Mangold ha demostrado que no es Spielberg en Indiana Jones y el Dial Del Destino, una historia de viajes en el tiempo (en muchos sentidos) que no es la primera vez que se intuyen en la saga.
Desplazados del año correcto
Lo cierto es que, aunque no hayas disfrutado de la nueva película, puede que hubieras gozado aún menos de las decenas de historias que pudieron ser y no fueron. Por ejemplo, antes de Indiana Jones y la Última Cruzada, George Lucas quiso centrarse en hacer una película más de terror que de aventuras, y propuso una historia de fantasmas titulada El Castillo Sangriento. Spielberg consiguió echarla para atrás justo a tiempo con la excusa de que era demasiado parecida a Poltergeist. Fiú.
Lucas no se quedó quieto y propuso entonces un acercamiento más familiar a la trilogía: el de una tierra poblada de dinosaurios a la que Indy entraría tras una persecución en moto por la Gran Muralla China. En otra versión de otra historia, Lucas y su equipo incluyeron tribus caníbales, piratas japoneses y un nazi con un brazo robótico. ¿Realmente nos parece tan raro lo del dial del destino? Visto lo visto es una opción coherente... que incluso ya habían explorado sin querer.
En La última cruzada, Indy busca a su padre en Venecia y mira unos cuantos documentos. En uno de ellos se habla de los matrimonios entre 1939 y 1942 e incluso se indica que después de la guerra el número de los mismos bajó. Solo hay un problema: la película transcurre en 1938. Ups. Lo más probable es que la época en la que transcurre se decidiera después y esta escena, pasada muy rápida en la sala en el VHS, no pudiera verse como un error. Nadie contaba con la alta definición, aunque siempre pueden poner como excusa que fue un efecto secundario del dial del destino. Que sirva de algo esta quinta parte, ¿no?