Cuando se es un artista tan completo como Christopher Nolan, cualquier elemento puede servir de inspiración para elaborar una de sus ambiciosas y originales historias. De una manera similar al primer acto de Oppenheimer, donde vemos al científico obsesionado por visiones y sueños sobre las fuerzas del universo y encontrando confort y orden dentro del arte, Nolan desarrolla sus grandes ideas cinematográficas.
Cuando era estudiante, Nolan solía tener sueños lúcidos en los que estaba consciente de que estaba soñando. El director ha utilizado ideas e imágenes de sus propios sueños como inspiración para sus historias y para cómo plasmar los efectos visuales. Tal y como recoge el libro Christopher Nolan: The Iconic Filmaker and His Work, el director aprovecha imágenes de sus sueños para sus películas: "Soñé el final de El caballero oscuro: La leyenda renace".
El problema de Christopher Nolan con los personajes femeninos viene de lejos, y hasta su esposa se lo ha señaladoNolan aprovecha estas ideas que provienen del subconsciente ya que, al contrario del "surrealismo desordenado" que suelen definir las secuencias de sueños en las películas, la creatividad de los sueños es más linear. Esta clase de sueños configuraron la que es una de sus películas más exitosas y populares: Origen. Una película de acción y ciencia ficción con los sueños como concepto central parece un campo con el que experimentar y soñar libremente.
La película, eso sí, podría haber sido muy diferente de haber seguido su impulso original. En el tratamiento original de la historia, Nolan concibió Origen como una película de terror sobre personas atrapadas en un conjunto de pesadillas interconectadas, muy similares a los sueños que el cineasta llegaba a tener y temer, ya que le aterraba terminar en una situación de sueños entrelazados e interminables.
Su idea además iba a tener inspiración de uno de los clásicos imprescindibles del cine de terror: Pesadilla en Elm Street. El clásico de Wes Craven sobre Freddy Krueger, el terrible asesino sobrenatural que habita los sueños de los más jóvenes, tiene también una buena base onírica por la que Nolan podría haber tirado de haber querido hacer su gran estreno en el cine de género.
Una película sobre hacer películas
Finalmente optó por un aire más de thriller de espionaje, retomando ideas descartadas para su fallida película de James Bond. También volcó muchos de sus intereses personales y sus obsesiones, entre las que se encuentra el propio arte cinematográfico. Es por ello que Origen se puede observar como una analogía sobre el proceso de crear una película, con cada personaje siendo un miembro del equipo creativo.
En esta interpretación, admitida por el propio Christopher Nolan, el personaje de Leonardo DiCaprio ejercería como director del proyecto, el de Joseph Gordon-Levitt sería el productor, el de Elliot Page el diseñador de producción o incluso el guionista, el de Tom Hardy el actor protagonista, etcétera. Esta clase de aspectos muestran hasta que punto Nolan diseña y piensa sus películas. O las sueña.
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