A finales de los años 70, Stanley Kubrick compró los derechos de la historia corta de Brian Aldiss Los Superjuguetes duran todo el verano y comenzó a hacer un tratamiento de guion junto con el autor con la idea de dirigirla a mediados de los 80. No salió muy bien: durante los siguientes veinte años el proyecto fue pasando de mano en mano, estuvo a punto de empezar la preproducción tanto con el propio Kubrick como con Steven Spielberg, que fue entrando y saliendo del proyecto. El mítico director hablaba de ella como Pinocho, pero nosotros la conocemos como Inteligencia Artificial.
¿Y si la IA hiciera 'IA'?
En aquellos tiempos añorados donde Inteligencia Artificial solo era el título de una película en lugar del supuesto cataclismo que nos va a dejar sin trabajo a todos, Haley Joel Osment era el actor infantil de moda. Alguien que empieza su carrera en el cine con Forrest Gump y después da el salto a El sexto sentido se convierte automáticamente en uno de los más cotizados de la industria. Pero es que además, Osment tenía muy buenas ideas.
En un momento dado, le propuso a Steven Spielberg que su personaje no pestañeara nunca, bajo ninguna razón, dado que es un androide. Y si te fijas bien, efectivamente, no le verás pestañear jamás: un pequeño guiño sutil que ayuda al espectador a entender, aunque sea de forma subconsciente, que, por muy humano que parezca, David nunca será un niño de verdad.

Este rumor también se le suele achacar a Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, pero es absolutamente falso: pestañea, y varias veces además. Osment, por cierto, acabó perdiendo el interés en el cine aunque su papel en la película de Netflix Extremadamente cruel, malvado y perverso le volvió a poner en la boca de todos. ¿Ha llegado el momento de su resurgimiento? Solo esperamos que esta vez pueda pestañear, por el bien de sus ojos.