Cuando en 2008 Monstruoso fue un exitazo con todas las de la ley alrededor del mundo (costó 25 millones y recaudó 172), todos los responsables, sobre todo JJ Abrams, salieron a decir que ya estaban planeando un universo cohesionado, al estilo de lo que Marvel estaba empezando a crear poco a poco. Tardamos ocho años en ver una secuela, pero Calle Cloverfield 10 resultó ser una maravilla inesperada que dio nuevos aires a la saga. En 2018 se lanzó por sorpresa The Cloverfield Paradox. Fue tal decepción que no hemos vuelto a saber nada de su supuesto universo. Y es una pena.
Monstruo, crack, figura, gigante
Una de las claves que parece mover la franquicia es que cada película está unida con las otras por un hilo muy fino (en ocasiones, tan fino que roza el ridículo). Por ejemplo, Un lugar tranquilo pudo haber sido la cuarta película de la saga y se quedó en su propia saga aparte: Matt Reeves y compañía dicen que buscan siempre la sorpresa así que hay una posibilidad de que esta cuarta parte se estrene de repente y sin avisar tras haberse rodado en secreto.
Eso sí, lo que parece difícil, salvo que se muevan en el territorio de la precuela, es responder a la pregunta "¿De dónde ha salido Clover, el bicho en cuestión?". Pero la propia Monstruoso lo responde, aunque hay que estar muy, muy atento hacia el final de la película. Y es que en los últimos segundos podemos ver, en el fondo, un objeto cayendo del cielo y estrellándose contra el agua. Eso responde a una de las preguntas, al menos, pero quizá no convenza a los que buscan una explicación perfectamente racional.
Algo se reveló en un manga bastante desconocido, KIshin, que sirve como tie-in de la primera parte y donde descubrimos nuevas cosas sobre el monstruo en cuestión. Una saga que pide mucho al espectador pero, sobre todo en los últimos tiempos, no le devuelve lo suficiente. ¿Podrá resarcirse en el futuro?