Cuando Vegeta habla por primera vez en Dragon Ball Z del Super Saiyajín Legendario, pocos sospechaban la importancia que iba a tener ese término en la historia de la serie. Cuando, unos capítulos después, Goku se convertía en dicho guerrero para acabar con Freezer, no fueron pocos los que pensaron que ese era el final natural de la serie (aunque, como sabemos, siguió durante muchos más años). Ahora, Akira Toriyama quiere aclarar una cosa: no, Goku no es ese Super Saiyajín Legendario. De hecho, es posible que jamás le conozcamos.
¿Llamo? Sí
Todo tiene su origen en La batalla de los dioses, la película que abrió un nuevo universo (literalmente) a Dragon Ball y donde conocimos a Bills, un dios de la guerra que sabía de la existencia del Super Saiyan Dios tras recoger información sobre alguien llamado Yamoshi en un sueño profético. La historia de Yamoshi es triste, y es posible que jamás la veamos de manera oficial (aunque quizá en un OVA, nunca se sabe).
El saiyano, de buen corazón, se juntó con otros cinco para tratar de erradicar el mal de su especie, pero al ser acorralado ni siquiera su transformación pudo ayudarle a no morir exhausto. La leyenda de este ser repleto de energía y con nuevas técnicas de lucha fue, de hecho, lo que llevó a Freezer a destruir el Planeta Vegeta y a temerle, aunque originalmente el único flashback que tenemos a su apariencia es la de un mono gigante destruyendo todo a su paso, algo que, como todos sabemos, no forma parte de las transformaciones reales de un Super Saiyan.
Dragon Ball parece sencilla vista desde fuera, pero realmente es un puzzle que aún está lejos de completarse. ¿Veremos algún día el espíritu de Yamoshi personificándose junto a Goku? ¿Tendremos una fusión o una lucha final para determinar quién es el objeto de las leyendas? Ojalá. De momento, en Dragon Ball Super ni se le está ni se le espera.