Estamos seguros que cuando los estudios a cargo de Dioses de Egipto se gastaron 140 millones en sacar adelante la película de fantasía y aventuras protagonizada por Nikolaj Coster-Waldau lo hicieron pensando en que sería un bombazo. El elenco estaba liderado por Gerard Butler y uno de los actores principales de Juego de Tronos, que en 2016 estaba arrasando literalmente en todo el mundo, tenía una premisa original aún tratándose de una película sobre dioses y Egipto y estaba previsto que fuese la primera de una franquicia de 'blockbusters'. Sin embargo, los ambiciosos planes para la cinta, producida por Summit Entertainment y distribuida por Lionsgate, nunca llegarían a hacerse realidad y Dioses de Egipto sería uno de los fracasos del año.
En términos de cifras, los números de Dioses de Egipto fueron los siguientes: Un presupuesto de 140 millones de dólares, 150 millones de dólares recaudados y 90 millones de dólares de pérdidas para el estudio. Sin embargo, el fracaso comercial pudo haber sido muchísimo peor si China no hubiera formado parte de la ecuación. Los espectadores gigantesco país asiático demostraron tener un interés bastante mayor en la película que los espectadores en Estados Unidos y las buenas cifras de la taquilla China contribuyeron de forma notable en la recaudación final de la misma. Un total que superó lo invertido en la producción de la película pero no los gastos en marketing y otros costes, por lo que resultó del todo insuficiente para alcanzar el punto de rentabilidad.
Dioses de Egipto fue estrenada en 2D, RealD 3D e IMAX 3D, pero el amplio abanico de experiencias cinematográficas no le sirvió de mucho. El primer fin de semana de su estreno recaudó 14,1 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá, la mitad de lo recaudado por su principal competidora. No obstante, hay que decir que su competidora era Deadpool, la carismática película de Marvel protagonizada por Ryan Reynolds.
Y, teniendo en cuenta que las críticas tampoco fueron buenas, la cosa no mejoró en las siguientes semanas. Dioses de Egipto acabó recaudando solo 31,2 millones a nivel local, un mal augurio para el presupuesto de 140 millones invertido en la película. En China, los datos fueron mejor de lo esperado, sin embargo: 35,6 millones de dólares, el mejor dato de taquilla de la película en todo el mundo.
La buena performace en China logró que la recaudación total internacional alcanzase los 119 millones en más de 50 países y los beneficiosos de la cinta llegasen a los 150 millones mencionados. Pero Dioses de Egipto ya estaba sentenciada.
#EraMalaPeroMeGustaba… 'Dioses de Egipto': mitología egipcia con mucha purpurinaAdemás, a nivel de crítica, Dioses de Egipto no fue mucho mejor: las impresiones sobre la cinta fueron malas y apenas tiene una puntuación de un 15% de valoraciones positivas en el portal de críticas Rotten Tomatoes. Tampoco ayudó que la película hubiese sido objeto de una enorme polémica previa, acusada de 'white-washing' y falta de diversidad racial.
‘Dioses de Egipto’: El director pide disculpas por la falta de diversidad racial en el repartoAsí, no es de extrañar que nunca más volviese a hablar de planes de secuela.
Dirigida por Alex Proyas, la película presenta un Antiguo Egipto en el que los Dioses conviven con los humanos. La acción comienza con el asesinato del Rey Osiris durante la ceremonia de proclamación del su hijo Horus (Coster-Waldau) y con el culpable, Set (Butler), el implacable dios de la oscuridad, apoderándose del trono de Egipto. Un engañoso y sorpresivo golpe de estado que acaba con el exilio de Horus y que hunde al reino en el caos y el conflicto, con los súbditos ahora convertidos en temerosos esclavos. Con la ayuda del héroe mortal Bek (Brenton Thwaites), Horus trata de detener los planes de su malvado tío y poner fin al caos que está destruyendo su cultura.
