Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones forman uno de los matrimonios más estables de Hollywood. La pareja se casó en el año 2000 ha tenido sus altibajos, pero siempre han encontrado la forma de reconducir su relación tomándose al pie de la letra eso de "en lo bueno y en lo malo", algo que ellos escucharían en inglés como "through thick and thin".
Los actores se encuentran entre las "celebrities" de Hollywood que ven a España como su lugar ideal de veraneo, pero el idilio de los dos intérpretes con nuestro país trae cola, ya que Michael Douglas compró su mansión mallorquina, a medio camino entre los pintorescos pueblos de Valldemossa y Deià, junto a su anterior esposa, Diandra Luker, hace 35 años.
La impresionante casa fue construida por el archiduque Luis Salvador de Habsburgo en 1867 y el protagonista de Wall Street la adquirió entonces por tres millones y medio de euros. No obstante, a pesar de que el actor y su esposa, así como sus hijos, adoran sus estancias en la isla, hace unos años estuvieron a punto de deshacerse de ella, ya que seguía siendo un inmueble que compartía aún con su exmujer. Sin embargo, finalmente Douglas llegó a un acuerdo con Luker y le compró su parte de la vivienda. Por cierto, cuando la pusieron a la venta para intentar arreglar semejante desaguisado el precio de salida fue de 50 millones de euros.
Un año más, Douglas y Zeta-Jones han visitado Mallorca para pasar el verano y uno de los últimos planes que han hecho es uno al que son asiduos cada año: una visita al Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Sa Bassa Blanca, una institución que dirige la pareja de artistas formada por Ben Jakober y Yannick Vu, amigos de los actores desde hace años. Además, la propia vivienda de los intérpretes, s'Estaca, está inspirada en la estética del museo.
Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones visitaron las 49 obras de artistas de Essaouira y de aborígenes australianos que conforman la exposición Artistas Marroquíes dialogan con Artistas Aborígenes Australianos que actualmente acoge el museo mallorquín.
La mansión de la familia además de tener un valor desorbitado, cuenta con 1000 metros construidos, 77 hectáreas de terreno, acceso privado a la playa y vistas tanto a la Sierra de Tramuntana como al Mediterráneo.
Después de uno de sus momentos más duros como pareja, una crisis acusada por las declaraciones de Michael Douglas sobre los porqués de la enfermedad que sufrió hace unos años, cáncer de garganta, y por el trastorno bipolar de Catherine Zeta-Jones que casi desemboca en el divorcio del matrimonio, las imágenes que captaron los fotógrafos y que fueron clave para anunciar su reconciliación fueron precisamente tomadas en su lugar favorito del mundo, su casa balear.