Imagina que solo tienes dos minutos para contar tu idea para una película entre otras treinta candidatas. No parece fácil, ¿verdad? Pues es lo que en en pleno Renacimiento de Disney hacían para elegir la mejor de las candidatas. Particularmente, en 1992, la ganadora fue una adaptación de La Odisea, de Homero. Por lo que sea, la película no funcionó, pero de ahí nació un interés por la mitología griega: pasaron muchos años y nadie confiaba realmente en ella, pero Hércules fue todo un bombazo.
De cero a héroe
En un universo alternativo, Hades habría sido interpretado por Jack Nicholson. Veréis, cuando ficharon a Danny DeVito, los directores, Musker y Clements, aún no habían encontrado la voz perfecta para Hades. DeVito les sugirió contratar a Nicholson... Pero no iba a ser tan fácil, claro: el actor pedía entre 10 y 15 millones de dólares y un cincuenta por ciento de los beneficios del merchandising, pero solo tenían medio millón de euros de presupuesto y Disney no estaba dispuesta a compartir beneficios de nada, claro. Ni que no les conociéramos.
Al final, después de tocar la puerta de gente como Kevin Spacey, Jerry Lewis o John Lithgow (que llegó a estar contratado durante varios meses pero no funcionaba), finalmente llegaron a James Woods, que disfrutó tanto con el personaje que también le interpretó en 31 episodios de la serie de televisión. ¿Será él el encargado de ponerle cara en la versión de acción real que Disney ya está preparando? Solo esperamos que no sea como la IA se lo ha imaginado.
Lo único que sabemos del mismo es que los hermanos Russo serán productores (eso no asegura nada, como bien sabemos los que sufrimos Citadel) y Guy Ritchie será el director. Danny DeVito ya ha dicho que quiere volver como Phil, y los fans de It's always sunny in Philadelphia lo apoyamos en cada cosa que quiera hacer. Aún no ha empezado el rodaje y la huelga de actores y guionistas harán que, como poco, no llegue hasta finales de 2025. Habrá que esperar escuchando la BSO de Hércules, que es un éxito ahora y siempre. Y la IA no puede ni tocarla.