Hace apenas unos días que Mario Casas ha debutado como director con Mi soledad tiene alas, una película en la que ha puesto toda su pasión por el cine y que sin duda supone un importante hito en su meteórica carrera dentro de la industria cinematográfica española. Con sus primeras oportunidades interpretativas en los años 2000, Casas se convirtió en un ídolo adolescente de la mano de sus papeles en SMS, Sin miedo a soñar, Los hombres de Paco, El Barco y, por supuesto, las películas románticas 3 metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti. Ahora, poco más de una década después, el intérprete ya es uno de los actores más consolidados de nuestro cine, ganador de un premio Goya por su interpretación y con una sólida filmografía repleta de elogiados proyectos, principalmente en la gran pantalla.
Uno de los más populares es Contratiempo, un 'thriller' criminal dirigido por Oriol Paulo que resultó ser un auténtico éxito comercial.
Diseñado milimétricamente para volar la cabeza de los espectadores y repleto de giros de guion, el largometraje de apenas hora y media de duración está protagonizado por Casas en el papel principal junto a otros dos grandes nombres del cine español: José Coronado y Bárbara Lennie, siendo la interpretación de ella una de las principales virtudes de la película.
A pesar de la tibia recepción por parte de una parte de la crítica que no la consideraba lo suficientemente consistente, Contratiempo fue elogiada por su capacidad de atrapar hasta el final a través de sus efectivos giros. El resultado fue una recaudación de más de 30 millones frente a los 4 de presupuesto, todo un éxito en la taquilla española. Además, Contratiempo fue un éxito en China, convirtiéndose en la película española más vista en el país asiático.
Tras su éxito, tres 'remakes' de Contratiempo se están llevando a cabo en distintos países e idiomas: Italia, India y Corea.
"Un 'whodunit' en toda regla, una suerte de Cluedo que arranca, precisamente, con dos personas en una habitación dispuestas a desentrañar el misterio", reza la crítica de SensaCine, que en su día le brindó tres estrellas de cinco. "Oriol Paulo vuelve a demostrar que la construcción de atmósferas y la construcción de personajes femeninos con dobleces son su mejor virtud. Todos y cada uno de los escenarios por donde se mueve Contratiempo están cuidadísimos y reflejan una sofisticación cinematográfica poco habitual en nuestro cine, desde el hotel à la Kubrick en donde ocurre el crimen con el que da comienzo el filme hasta los espacios urbanos (a pesar del exceso de planos recurso mostrando los rascacielos barceloneses)".
En Contratiempo, Mario Casas interpreta a Adrián Doria, un exitoso empresario que es acusado de haber cometido un asesinato del que él se declara inocente. Para librarse de la cárcel, contrata los servicios de la mejor preparadora de testigos del país, Virginia Goodman (Ana Wagener), pero la aparición de un nuevo testigo inesperado hace peligrar la estrategia que habían planteado.