El 22 de mayo de 2020 publicamos en el canal de Youtube de SensaCine nuestra octava retro-crítica dedicada a El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola. Difícil de olvidar. Entonces vivíamos encerrados en nuestras casas, todos presa de la amenaza del COVID. Seguro que lo recordáis: teníamos tanto tiempo que al final estábamos trabajando todo el santo día. Por eso me animé a meterle mano a El Padrino, una película que impone tanto que parece inabarcable, inconquistable. Como siempre que te lanzas a comentar una película tan conocida, la pregunta de base es la más difícil ¿qué tengo yo que aportar sobre la película que no se haya dicho ya? Mi respuesta siempre suele ser la misma: nada de nada, pero hazlo con gracia, con estilo, con el corazón. Vamos que hay que hacerlo con el valor que tienen los locos, los que no tienen miedo a nada, los que no temen estrellarse porque en cierta manera ya viven estrellados (así me siento la mayor parte del tiempo). La retro-crítica de El Padrino, receta incluída de los "espaguetis a la Clemenza", es uno de los mejores videos que Verónica y yo hemos hecho. Y fue un éxito rotundo: un millón de reproducciones en YouTube. Como siempre que ocurre algo así: uno se siente tremendamente feliz, tremendamente agradecido a la gente que lo ha visto y compartido, tremendamente ilusionado por poder dedicar la vida a algo que le apasiona. Pero, claro, había que hacer la segunda parte.
Me ha costado más tiempo (y más coraje insano) lanzarme a hacer la retro-crítica de El Padrino Parte II (1974) que lo que llevó a Francis Ford Coppola hacer la película. Él tardó dos años, nosotros, tres. No se trataba de hacer un mejor video, sino simplemente de tratar de estar a la altura del primero. No sé qué pensaría Coppola, porque a él le salió de maravilla. Su segundo Padrino era superior en todos los aspectos a su primera película. Al fin y al cabo El Padrino era una película de gángsters estilizada, pero El Padrino Parte II era una ópera trágica. Más grande, más ambiciosa, más larga, más dramática, más excelsa en definitiva tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Pero nuestro video no podía ser así, habría sido un fracaso. Y a mí no me apetece fracasar, me apetece pasármelo bien. Me volví a ver tres veces la película tomando notas como, de nuevo, un enajenado. Hasta era capaz de recitar pasajes enteros de sus diálogos. Subrayaba aquello que me golpeaba por primera vez -un corte por transición a escena donde había overlapping sonoro- o marcaba con un cronómetro distintas secuencias trazando paralelismos que, pienso, ni a Coppola se le habían ocurrido porque, definitivamente, me estaba volviendo tarumba. Me dediqué a estudiar todas las miradas que Michael Corleone ofrece en la película tratando de identificar qué significaba en cada momento: sospecha, inquisición, rabia, ternura, etc. Tardé una barbaridad en entender que para hablar de la película había que mostrar muchísimo de la película y tardé aún más en entender cómo tenía que hacerlo sin, bueno, tener que mostrar toda la maldita película en el video. Fueron meses de trabajo, para desesperación de mi jefe, que aún no me lo ha perdonado y me maldigo por ello porque él tenía toda la razón, no yo. Lo siento, jefe. Espero que al menos te guste el resultado.
Escrito el guion y grabado en plató, el turno de locura se lo cedí, como siempre, a Verónica. Ella también lo tenía crudo. La retro-crítica de El padrino es uno de sus mejores trabajos, con pasajes increíbles como cuando analizamos la música de Nino Rota (por no hablar, de nuevo, de los espaguetis que se grabó cocinando en su casa). Visto el segundo video: no siento más que admiración por ella. Es increíble. ¡Es increíble! Si alguna vez tenéis la suerte que yo he tenido de poder ver vuestras ideas escritas en papel transformadas en imagen en movimiento, me entenderéis. El talento de Verónica me sigue fascinando y mira que llevamos ya videos, tops, críticas, retros y A Quemarropa. Espero que esté satisfecha porque sin duda este también es uno de sus mejores trabajos.
Y ya está. Ahora ya no puedo hacer nada más, decir nada más. Solo esperar que la gente lo vea, que a la gente le guste, que la gente lo comparta. Que como siempre digo les podamos hacer un poquito más felices con nuestro trabajo. Me hago mayor y el trabajo me abruma. Pero cuando sacamos un vídeo sí todo queda justificado. Ojalá lo disfrutéis.
La retro-crítica de El Padrino. Parte II se estrena hoy, 25 de septiembre, a las 21h en el canal de YouTube de SensaCine.