Anoche se pudo ver en televisión uno de los grandes fenómenos cinéfilos de los últimos años. Un éxito de taquilla que logró tener varias nominaciones a los Premios Oscars, y que se sitúa entre los mejores dramas deportivos de los años. Una recuperación del siempre reivindicable arte de las películas de carreras y de bólidos con el título de Le Mans '66.
Matt Damon y Christian Bale co-protagonizan esta película de época a máximas revoluciones dirigida por James Mangold, el director de la reciente Indiana Jones y el Dial del Destino. Fue La película de la semana en la noche del domingo en La 1 de Televisión Española, y no decepcionó en absoluto en su emisión. Como para hacerlo, siendo tan entretenida como es.
En 1963, el vicepresidente de Ford Motor Company, Lee Iacocca, propone a Henry Ford II impulsar sus ventas de automóviles mediante la compra del fabricante italiano Ferrari, dominador de las 24 Horas de Le Mans. El propietario Enzo Ferrari utiliza la oferta de Ford para conseguir un acuerdo con Fiat que le permita conservar la propiedad del equipo de carreras de la firma, la Scuderia Ferrari. Insulta a Ford II y a toda la Ford Motor Company.
Los drásticos cambios de peso de Christian Bale: de comer solo manzanas y atún a hincharse a donuts y perder 7cm de alturaFord ordena a su división de carreras que construya un coche para derrotar a Ferrari en Le Mans. El ejecutivo contrata entonces al propietario de Shelby American, Carroll Shelby, un piloto retirado que ganó Le Mans en 1959. Shelby recluta a su amigo Ken Miles, un temperamental piloto británico e ingeniero mecánico con un talento incuestionable para la carretera. Juntos diseñarán el coche definitivo.
La película obtuvo finalmente unas cuatro nominaciones a los Premios Oscars, incluyendo el de mejor película. Ganó dos, el de mejor edición de sonido y el de mejor montaje, pero bien podrían haber caído un par de nominaciones a sus dos actores principales, que son el primer gancho con el que uno conecta con la historia. Bale además hizo otro de sus trabajos de preparación extrema para el papel que causan tanta admiración por parte de sus fans.
'Le Mans '66': transformación radical
Bale ha tenido fama por sus habituales cambios de peso radicales entre papeles. Kilos que se pierden y se ganan de manera notable para dar al papel todo lo que necesita. En su caso, el actor tuvo que perder varios kilos de peso después de dar vida al vicepresidente Dick Cheney en su anterior película, El vicio del poder, para el que tuvo que engordar en su momento. Bale consiguió adelgazar unos 30 kilos antes de empezar el rodaje y dijo que ésta sería la última vez que se someta a una transformación semejante.
Si te gusta 'Gran Turismo' no te pierdas en Disney+ una de las mejores películas de carreras de los últimos añosNo fue lo único que el actor realizó para prepararse para interpretar a un piloto de carreras. Bale se dedicó a estudiar el arte de las carreras de coches y se inscribió en un programa de entrenamiento para practicar que fue fundado por Bob Bondurant, un antiguo compañero de Ken Miles que es mencionado en la película. El entrenamiento no sólo le sirvió para hacerse una idea de lo que supone conducir un bólido competitivo, sino que pudo aprender de las historias del verdadero Miles que compartía con él su maestro.
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