Cuando en Fox aprobaron que James Cameron hiciera Titanic, no lo hicieron convencidos del bombazo que iba a ser en taquilla, sino como una muestra de amistad hacia el director y su relación a largo plazo. Su pitch ("Romeo y Julieta pero en el Titanic") no les dejó impresionados, y creyeron que la película sería un absoluto fracaso en taquilla. Pero si algo nos ha enseñado el mundo del cine es que no hay que apostar jamás contra James Cameron.
El dibujito
Hubo una escena, una vez estrenada la película, que cautivó las mentes de los jóvenes (y lo sigue haciendo ahora): Kate Winslet, tendida, pidiéndole a Leonardo DiCaprio que la dibuje "como a una de sus chicas francesas". Jack, ni corto ni perezoso, coge los pinceles y empieza a hacer lo propio, aunque sus manos, como supimos después, eran realmente las del mismísimo Cameron. Para que os quedéis tranquilos: no, la actriz no estaba desnuda delante del director mientras él la dibujaba: tenía un bañador.
Con lo mítica que es esa escena, hay un error en ella del que se habla muy poco. Alrededor de la hora y 23 minutos de película vemos la mano de Jack haciendo los primeros bocetos de su amada: empieza con una línea negra en el centro de la hoja, bien gruesa... Que en el plano siguiente se ha transformado en una línea fina a la derecha. Quizá Jack tenga superpoderes de los que no se nos había hablado. Quién sabe.
Por cierto, Kate Winslet no firma fotos de ella en esa escena. De hecho, le parece una de las situaciones más incómodas que se le pueden dar (imaginad que os dan una foto vuestra en pelota picada para que le echéis una firma para la posteridad). Eso sí, la actriz no ha podido evitar que su hija la vea... y sus compañeros de clase. "¡Oh, dios mío! ¡He visto las tetas de tu madre!", le comentaron en el colegio. Un pequeño trauma ya te causa, la verdad.