Ha llegado el día. Como te contamos esta misma semana, finalmente hoy llega a los cines a nivel mundial la película del concierto de esta última gira de Taylor Swift, Taylor Swift: The Eras Tour. La cantante estadounidense se encuentra en pleno descanso de su larga lista de conciertos y como lo que le gusta es aprovechar el tiempo, ¿por qué no estrenar en los cines de todo el mundo un repaso por la que ha sido su vuelta a los escenarios?
La producción de la artista norteamericana ha logrado recaudar solo en preventa 100 millones dólares a nivel mundial. En Estados Unidos en las primeras 24 horas alcanzó los 26, superando así el récord establecido anteriormente por Spider Man: No Way Home, que llegó a los casi 17.
Sin embargo, el camino de Swift hasta la gran pantalla no ha sido sencillo. O al menos no lo usual en estos casos. Según el medio Variety, ha sido tan complejo como todo lo que rodea a Taylor, como ese verso que alude al llavero contra el patriarcado del que habla en su versión de 10 minutos, de la que no sabemos cada coma, de All Too Well.
De acuerdo a lo que informa la revista, el equipo de la artista comenzó a reunirse con las grandes distribuidoras y estudios antes de verano para ver cómo podrían plantear la llegada a salas del concierto que dio la autora de Midnights en Los Ángeles, en el estadio SoFi.
No obstante y a pesar de que las empresas parecían entusiasmadas con la idea, los planes del equipo de Taylor Swift y los de estas no terminaban de casar. Ella quería darle a sus fanes una oportunidad de vivir el concierto de la forma más aproximada posible a la realidad, debido a la dificultad para conseguir las entradas de su gira y por el fiasco de Ticketmaster, algo por lo que los "streamers" no estaban tan preocupados, lo que no terminó de convencer a nadie.
Como de costumbre, al igual que cuando decidió regrabar seis de sus discos para poder rescatar los derechos que le arrebató el malo, malísimo de Scooter Braun, optó por entregarse a la técnica de Juan Palomo. Y sí, hago esta referencia porque tengo casi 300 años ya. El equipo de la cantante decidió entablar conversación directamente con AMC Theatres, la cadena de salas de cine más grande del mundo. Con ellos finalmente llegó a un acuerdo y han sido los que han permitido que hoy se pueda estrenar la película a nivel mundial.
Por supuesto todo esto ha cabreado a mucha gente, en especial a aquella que va a dejar de ganar dinero por haber perdido la oportunidad. ¿Y quiénes son esos? Pues los estudios, que además han dicho que el equipo de Swift se ha aprovechado de sus conocimientos para volcarlos finalmente en su estrategia.
Las repercusiones de las decisiones de Taylor Swift
Al dejar a los grandes estudios fuera de la cadena, se elimina a un intermediario, lo que beneficia a las salas de cine, ya que los ingresos que se llevan estas son mucho mayores. Del total previsto en ventas de tickets, la cantante se embolsa un 57%, que de entrada se estima en unos 60 millones de euros. Este porcentaje se considera generoso, ya que Marvel ingresa el 65.
Además, ya se rumorea que Beyoncé, que también estrena peli de su tour Renaissance en diciembre, aplicará el mismo modus operandi que Taylor Swift, algo que tendrá a los estudios con la piel de gallina y que sin embargo no sería nada nuevo para la cantante de Crazy in Love, ya que le dio forma a su propia plataforma de "streaming" de música en su momento. ¿Una coincidencia que esta asistiera al estreno de The Eras Tour? No lo creo.
Y por supuesto, algo en lo que también ha influido la decisión de Swift, es que la fecha de llegada a los cines de su largo ha logrado cambiar la de otras producciones que estaban previstas para el mismo fin de semana por el miedo a no poder competir con ella. ¿Algunos nombres? El Exorcista: Creyente, Golpe a Wall Street, Ordinary Angels o la vuelta de Meg Ryan con What Happens Later.
Por último, si hay un vuelco más del panorama cinematográfico en el que haya que tener en cuenta los movimientos de Taylor Swift, es en los números a nivel general. El cine es una industria que no se ha terminado de recuperar tras la pandemia y que ahora además vive afectada por la huelga de guionistas de Hollywood, lo que ha llevado a retrasar esperadísimos títulos como Dune 2 y la propuesta de la cantante va a pasar a ser uno de los grandes sustentos económicos del sector junto a Barbie, de Greta Gerwig, y Oppenheimer, de Christopher Nolan.
