Mazazo emocional tras mazazo emocional. Esto de dejar nuestra confianza en el amor en las parejas de "celebrities" va a terminar acabando con nosotras al final antes de que si la depositáramos en los hombres de a pie. Bueno no, ¿a quién quiero engañar? Sobre todo después del "trend" que no para de rular por TikTok en el que chicas comparten cómo chicos intentan ligar con ella. Todo da para guiones dignos de películas con fecha de estreno en Hallowe'en.
Este año ya somos hijas de multitud de padres separados: Taylor Swift y Joe Alwyn, ahora nuestras esperanzas están puestas en sus besuqueos con Travis Kelce (¡y cómo te entiendo, querida!), Rosalía y Rauw Alejandro, Sophie Turner y Joe Jonas y la horrible narrativa en torno al divorcio, que nadie se ha creído, que él y su equipo de relaciones públicas han querido crear, Hugh Jackman y Deborra-Less Furness... Y la lista prosigue. ¿La última incorporación? Jada Pinkett-ya-no-Smith y Will Smith. Sí, amiga, estás leyendo bien.
La intérprete y conductora del podcast Red Talk Table se encuentra en plena promoción de su libro de memorias, Worthy, en el que se abre en canal entregándose en cuerpo y alma para contar los pasajes más reales y más oscuros de su vida: desde su dura infancia, el problema con las sustancias estupefacientes de sus padres, su periodo de tiempo vendiéndolas, pensamientos suicidas... Lo cuenta absolutamente todo y profundiza tanto que incluso confiesa que ella y el que fuera su marido durante, ahora, 19 años, que no 26, Will Smith, terminó en 2016.
Sí, a mí se me quedó la misma cara que a ti y también la miró de la misma forma, con asombro e incredulidad, la periodista de The Today Show, uno de los programas matutinos más conocidos de Estados Unidos de la NBC, durante su conversación.
De acuerdo a lo que expresó la actriz, antes de la separación su matrimonio llevaba mal bastante tiempo, no funcionaba, y simplemente se cansaron de intentar arreglar algo que no iba a llegar a ninguna parte, ya que estaban construyendo pensando en una persona que verdaderamente no era la que tenían al lado. Y oye, aunque todo esto de ocultar el fin de la relación durante tantísimo tiempo huela a toxicidad que tira para atrás, entendemos bien eso último.
Si te preguntas por qué han tardado tantísimo en confesarlo, aunque ha sido ella la que finalmente ha desvelado la situación real, la respuesta que da Jada Pinkett es sencilla: no estaban preparados para que el mundo lo supiera porque ni siquiera ellos lo están todavía para gestionarlo. De hecho, no están separados ni divorciados de forma legal, sino en un limbo en el que cada cual hace su vida. Sí, todo suena más raro aún.
Por supuesto, esto implica que cuando Will Smith se vio envuelto en la polémica por excelencia de la gala de los Oscars de 2022, esa en la que agredió al cómico y actor Chris Rock por unos comentarios jocosos que este hizo hacia la que creíamos que era su mujer entonces, ya no estaban juntos. Porque claro, lo más llamativo no es solo que no hayan hecho pública su ruptura, sino que de cara a la galería, para mantener las formas, se han seguido comportando como una pareja y de hecho él en ese momento gritó "my wife", es decir, se refirió a ella como su esposa. Más problemitas de relaciones tóxicas.
Ante todo esto, es curioso también recordar cómo en 2020 salió a la luz que ella había mantenido un, supuesto, ahora no sabes qué fue por su situación, "affaire" con el rapero August Alsina, que fue el que lo hizo público, algo que en un principio ella negó y que en ese mismo año terminó admitiendo en su podcast, con aparición estelar de Will Smith incluida. Según lo que declararon entonces, esto sucedió en un momento en el que estuvieron separados de forma breve en 2015 para luego volver. Ahora hemos aprendido que estuvieron juntos pero al poco tiempo decidieron seguir con sus vidas (no demasiado) en solitario.