Han pasado cuatro años desde su estreno en salas de cine y, desde entonces, su director no ha vuelto a estrenar ninguna película, pero Géminis, el filme de ciencia ficción que nos hizo alucinar con el resultado del rejuvenecimiento digital de Will Smith, está viviendo una nueva vida en la plataforma de 'streaming' Netflix, donde lleva cuatro semanas y va camino de una quinta entre los primeros puestos del Top 10 a nivel global. Según los datos que comparte la compañía, la cinta dirigida por Ang Lee (Brokeback Mountain, La vida de Pi) suma 5,3 millones de reproducciones, con más de 10 millones de horas vistas, lo que demuestra que, dado que tiene una duración de apenas 2 horas, aquellos que la ponen la ven hasta el final.
Lo que es una pena es que debido a las limitaciones de las pantallas, en Netflix no podemos disfrutar de una de las características de la película de Lee, que en ella volvió a apostar por un 'frame rate' de 120 fotogramas por segundo. No obstante, sí de su otro gran logro técnico, que es el ya mencionado rejuvenecimiento de Smith para uno de los personajes de su doble papel.
A pesar de que la película terminaría siendo una decepción, las expectativas eran altas respecto a Géminis, puesto que, al fin y al cabo se trataba del resultado de un doble alto coste: por un lado económico, claro, con un elevadísimo presupuesto de 138 millones de euros. Pero también de esfuerzo y tesón a la hora de sacarlo adelante, con el proyecto habiendo comenzado en nada menos que 1997 de la mano de un primer guion de Darrem Lenke.
El primer director involucrado fue Tony Scott, al que siguieron Mel Gibson, Curtis Hanson y Joe Carnahan en diferentes etapas de lo que habitualmente se conoce en la industria como "infierno de producción". A lo largo de los años, además, también se consideraron para el papel que finalmente interpretaría Will Smith actores tan famosos como Harrison Ford, Chris O'Donnell, Nicolas Cage, Sean Connery o Clint Eastwood. Finalmente, Skydance y Paramount se hicieron con los derechos que tenía Disney y se pusieron manos a la obra con la definitiva: bajo la batuta de Ang Lee y con Will Smith a la cabeza metiéndose en la piel de los dos personajes protagonistas: un asesino a sueldo del gobierno y su clon 30 años más joven.
Pese a los efectos visuales y logros técnicos de la película, Géminis fue un fracaso. Las críticas fueron mayoritariamente negativas y, con un 26% en Rotten Tomatoes, el sentir generalizado es que la historia no era buena. Asimismo, los elevados costes de producción para conseguir los efectos visuales necesarios hicieron que la película fuese también un auténtico desastre económico que generó grandes pérdidas al estudio: con una recaudación de 173 millones, se estimó que las perdidas ascendieron a más de 100 millones de dólares.
El filme cuenta la historia de Henry Brogan (Smith) un asesino a sueldo del gobierno estadounidense que lleva toda su vida haciendo lo mismo y que, algo atormentado por todo lo que le ha arrebatado, está planeando dejar atrás ese tipo de vida. Un día, Brogan se da cuenta de que está siendo perseguido por un joven y misterioso agente, capaz de predecir todos y cada uno de sus movimientos: un clon de él mismo 30 años más joven.
Solo dura dos horas y está disponible en Netflix, pero también en SkyShowtime. Nunca es mal momento para una dosis de ciencia ficción. Por que entretener, al menos, entretiene: "A la película sólo le queda entonces funcionar desde el prisma de descerebrado producto de acción, y aquí hay que concederle que no lo hace mal. Siendo previsible a más no poder, Géminis entretiene todo el tiempo y su metraje se pasa en un suspiro", reza la crítica de SensaCine publicada con motivo del estreno de la película.
