La vida de Maggie Smith va mucho más allá de ser la Profesora Minerva McGonagall a pesar de que a veces sea complicada no verla de ese modo. Y no, no me refiero a que también protagonizó Downton Abbey, sino a mucho más. Por cierto, si te gustó la serie de época, no te puedes perder este recorrido por la historia real tras ella.
Hace apenas un par de días, la firma de lujo española Loewe lanzaba su última campaña en redes, ¿y a quién han tenido a bien nombrar como embajadora e imagen de la misma? Pues nada más y nada menos que a la mítica intérprete inglesa y a mí me ha flipado, por eso en redacción nos ha parecido bien darle luz verde a un tema sobre la actriz para recopilar cuatro motivos por los que Maggie Smith siempre ha sido un icono.
La familia, qué tendrá la familia
No todas las familias están tan unidas como la de El Padrino y tampoco una se puede fiar siempre de esos consejos que comienzan o terminan con un "es por tu bien". Un poco como esto último fue el caso de Maggie Smith, hija de un técnico de laboratorio que trabajaba para la Universidad de Oxford y de una secretaria que quería que esta siguiese su mismo camino.
Para los padres de la intérprete de Harry Potter eso de actuar no era la mejor de las ideas y se opusieron a que su hija tomase ese camino. De hecho, su madre incluso llegó a reprocharle que con su cara no llegaría a mucho subida a un escenario o delante de las cámaras. No obstante, Maggie Smith se marcó un Dakota Tárraga, la participante de Hermano Mayor, y se dijo "¿que no?, ¡te digo yo a ti que sí!". Y bueno, el resultado está a la vista.
Premios y más premios
Además de su trayectoria de más de casi 60 años y del cariño de toda esta gente, a la actriz la avalan también sus galardones. Smith ha estado nominada al Oscar en seis ocasiones y lo ha ganado en dos de ellas por sus papeles en Los Mejores Años de Miss Brodie, en 1969, y California Suite, diez años más tarde.
También cuenta con 12 nominaciones a los Globos de Oro en su haber, ganó el premio tres veces y tienen siete BAFTAs, cuatro Emmys, cinco Premios del Sindicato de Actores e incluso un Tony. Al fin y al cabo el teatro es el medio que, según ella misma ha comentado, más disfruta.
Siempre hacia delante
En 1988 le diagnosticaron a Maggie Smith la enfermedad autoinmune de Graves-Basedow. Y sí, yo tampoco sabía qué era, pero me he informado para contártelo. Se trata de una inflamación de la glándula tiroidea que afecta al 2% de las mujeres, a los hombres diez veces menos, por la que el sistema inmunitario ataca a las células del propio organismo. Después de 12 meses de tratamiento encerrada en casa en aislamiento y de pasar por radioterapia y una cirugía ocular, la intérprete volvió al mundo dispuesta a seguir dando guerra.
Además, en 2008 le detectaron un cáncer de mama que logró superar.
Retirarse es para cobardes
A pesar de que está a punto de cumplir 89 años, Maggie Smith ni siquiera piensa en retirarse de la actuación, así que crucemos los dedos todos para que ojalá siga haciendo lo que le gusta muchos años más.