Durante la década de los años ochenta, Eugenio hizo reir a millones de espectadores en toda España gracias, precisamente, a todo lo contrario: un gesto adusto que jamás brindaba una sonrisa, y mucho menos una carcajada, una personalidad hermética y un vestuario de riguroso luto. A él no le gustaba decir que contaba chistes. Prefería considerarse un intérprete de cuentos.
Tras un cómico se suele esconder el llanto
Los escenarios siempre le tiraron, pero a la vez sufría de pánico escénico. Comenzó a cogerle gusto a los aplausos junto a su querida Conchita, una delineante andaluza con muy buena voz, en el dúo musical Els Dos, con el que casi va a Eurovisión. Por cosas del destino que no tienen nada que ver con la ruptura, Eugenio se ve ‘forzado’ a salir al escenario en solitario y es aquí cuando se va forjando el personaje.
Todo cambiaría para Eugenio el día en que su querida Conchita muere de cáncer. Era el mes de mayo de 1980 y tenía una década por delante en la que se debatió entre el éxito personal y el fracaso personal, repleto de adicciones varias y la depresión por la tragedia familiar que nunca pudo superar. A principio de la década de los 90, tras un tiempo apartado de los escenarios, volvería en una serie de programas especiales.
Los últimos que rodó antes de sufrir un ataque mortal al corazón, despidiéndose de este mundo a los 59 años. Murió de pena, como aseguran sus hijos. Tuvo dos, Gerard e Yvens, de su primer matrimonio con Conchita Alcaide, y un tercero, Eugeni, fruto de su relación con Conchita Ruiz. La llama de Eugenio se apagó para siempre y dejó a España huérfana de uno de sus más grandes cómicos.
La vida de Eugenio ya fue contada en 2018 en un espléndido documental llamado, sucintamente, Eugenio, que podemos ver en la plataforma Filmin. Ahora se termina de hacer justicia con este genio inmortal: el 1 de noviembre se estrena Saben Aquell, adaptación cinematográfica de la vida de este narrador de cuentos, siempre pegado a un cigarro y a una copa en vaso de tubo. Está dirigida por David Trueba, con guion del propio Trueba y del escritor Albert Spinosa y en el reparto nos encontramos con un increíble David Verdaguer -solo hay que echarle un vistazo a la escena que compartimos en exclusiva: parece que estuviéramos viendo al propio cómico- y a una soberbia Carolina Yuste en el papel de su amada Conchita. También contamos con Pedro Casablanc, Marina Salas, Ramón Fontsere y Matilde Muñiz.
De momento, pocos medios han podido publicar la crítica de la película. Quien ha podido, la revista especializada en videojuegos Hobby Consolas, la cataloga como “una de las mejores películas del año, un trabajo poliédrico sobre un personaje públicamente muy querido y privadamente muy desconocido”. Sin duda, una de las cintas españolas más esperadas de 2023 y cuyo estreno está previsto para el próximo 1 de noviembre.