Un lugar tranquilo es una de las cintas de terror con mejores críticas de los últimos años. El segundo largometraje dirigido por John Krasinski se ganó el cariño tanto de la crítica como del público, algo bastante poco común -muchas veces estas cosas van por separado-. Su éxito provocó que muchos espectadores se quedaran en el universo propuesto por Krasinski y que pensaran diferentes maneras de sobrevivir a él.
Esto ha dado lugar a largos debates acerca de técnicas de supervivencia y modos de despistar a las criaturas y, por supuesto, han salido a relucir algunos hilos sin atar que deja la cinta. Al final resulta que la familia protagonista podría haber vivido mucho más tranquila si hubieran querido.
La cinta protagonizada por Emily Blunt y Krasinski sigue a una familia que después de una invasión alienígena tiene que cambiar su forma de vida. Estas criaturas son sensibles al ruido y matan por cada sonido que interceptan, por este motivo su vida ha quedado completamente en silencio y no pueden hablar ni hacer ningún ruido más alto de lo normal.
Para poder moverse y tratar de llevar una vida lo más "normal" posible la familia Abbott va caminando por senderos de arena y ceniza para amortiguar sus pasos, lo que da lugar al primero de los debates: ¿cómo consiguieron hacer todos estos surcos y caminos empolvados sin hacer ruido? En algún momento tuvieron que cargar sacos y sacos de arena para poder cubrir los caminos, lo que seguramente conllevó algún que otro ruido. Pero no es eso lo que nos preocupa hoy.
El truco con el que los Abbott habrían vivido más tranquilamente
Hay una escena en la película en la que Lee lleva a su hijo Marcus a un río cercano, donde gritan en una ruidosa cascada y se desahogan un poco. Este momento muestra que las criaturas alienígenas no pueden oírles si el sonido queda amortiguado por el agua, y, por unos segundos, experimentan la libertad que tenían en el mundo antes de la invasión.
Viendo esta secuencia nos surge una gran duda: ¿por qué no se trasladaron a lugares con agua cerca para tenerla como aliada? Está claro que es uno de los grandes elementos que despista profundamente a estas criaturas alienígenas, por lo que podrían haber recurrido a estos lugares para asentarse cerca.
En este amplio debate surgen algunas soluciones. Hay quien sostiene que si la familia hubiese vivido cerca de una cascada y los niños hubieran crecido haciendo todo el ruido que hubiesen querido, habría sido casi imposible aventurarse fuera de su casa, ya que no estarían acostumbrados a moverse en silencio absoluto. También hay quien ha sacado a relucir un punto muy importante: ¿se habrían atrevido a construir una casa de cero, con todo el ruido que eso implica, cerca de una cascada solo para poder gritar cuando hubiesen querido?