Leer los primeros cómics Marvel, especialmente los de Iron Man (que se publicaban bajo la cabecera Tales of Suspense), es entrar en un mundo de pura Guerra Fría absolutamente pasado de vueltas. Tanto, que uno de sus enemigos principales, que debutó en febrero de 1964, era el malvado Mandarín, un personaje chino con las facciones caricaturizadas que, a estas alturas, resulta racista y ridículo de leer. Eso no impidió, claro, que hiciera su primera aparición en el UCM en Iron Man 3... aunque muchos acabaran odiándole.
Ven, Kingsley
Fue Ben Kingsley el encargado de hacer de El Mandarín, un personaje que en Marvel quisieron mostrar desde la primera Iron Man pero lo consideraron demasiado ambicioso y para el que se quisieron alejar lo más posible del Fumanchú de los cómics. El problema es que el giro no le sentaba nada bien y el re-giro (la introducción de los Diez Anillos que después continuaron en Shang-Chi) solo podía verse si te hacías con el DVD.
Menos mal que Shane Black no quiso liar más la mitología y la película es una divertidísima cinta de acción con un chiste fabuloso que pillarás solo a posteriori: Iron Man le dice a Pepper, en un momento dado, "Tengo un equipo de tíos que vienen mañana, van a tirar abajo esa pared". Poco después, la batalla en casa de Tony Stark tira abajo, precisamente, esa pared. Para lanzar besos al cielo de la comedia.
Puede que nos cueste creerlo, pero llevamos ya diez años sin otra película de Iron Man (y muchos más que pasarán tras el final de Vengadores: Endgame). Marvel ha intentado caldear el ambiente con la aparición de Riri Williams en Black Panther: Wakanda Forever pero parece que nadie puede llenar el traje metálico de Robert Downey Jr... salvo el propio Robert Downey Jr. Quién sabe.