No sé qué tiene Friends que cualquier recuerdo de la serie, por muy trillado que esté, siempre consigue removernos algo. En mi caso quizás sea porque me ha acompañado en momentos muy diferentes de mi vida y porque he crecido con ella, siendo un trocito de casa incluso cuando no he estado en ella, por eso cualquier cosa de la "sitcom" siempre me sabe a poco y no me importa verla en bucle, terminar la décima temporada y volver a la primera.
Aún no me he repuesto de la muerte de Matthew Perry, encargado de interpretar el personaje de Chandler, que falleció hace algo más de una semana después de una vida llena de éxitos y excesos durante la cual tuvo que lidiar con los gajes de la fama y la enfermedad de la adicción al alcohol y a ciertos fármacos. No obstante, la rueda de Friends, y del mundo, sigue girando.
La serie estadounidense, que sigue la vida de seis amigos y los observa conforme van creciendo en su veintena hasta superar los 30, es muchas veces el único lugar en el que necesito estar. Un espacio seguro donde sueño con tener el talento en la cocina de Mónica, ser tan desenfadada como Phoebe, sarcástica como Chandler, disfrutona como Joey, evolucionar como Rachel y no ser tan pedante, egoísta ni plasta como Ross. En serio, Rachel, ¿cómo te pudiste bajar del avión? Que yo te entiendo, sé que las cosas son difíciles, pero es que él te lo puso todo más complicado aún a lo largo de las temporadas.
Dicho esto, es obvio decir que me resulta siempre apetecible parar en mi propio Central Perk, algo que ahora resulta más sencillo gracias a la llegada a Madrid del primer "escape room" y cafetería basado en el icónico escenario de la serie que tantos buenos ratos nos ha regalado. Eso sí, aquí el lugar se llama Central Friends.
¿Y qué ofrece este singular espacio? Pues un misterio a resolver en 90 minutos como máximo con la ayuda del mismísimo Gunther, el encargado del establecimiento que bebía los vientos por Rachel, que ni siquiera se coscaba de ello. Puedes disfrutar de la actividad en grupos de 2 a 4 personas y el precio variará en función de ello (está entre los 30 y 40 euros). Está abierto todos los días de la semana en la calle Leopoldo, 27, en Madrid, junto a Plaza de Castilla. Si te preguntas cuál es el nivel de dificultad del reto, me encanta cómo lo han catalogado en la propia página de Central Friends: café con leche.
Dependiendo de la época del año en la que vayas, la cafetería estará decorada de una forma u otra adaptándose a ello y desde la web mencionan hasta conciertos. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ver una interpretación de Smelly Cat en directo? Un sueño te diría si me lo permites.
