Hoy en día es uno de los directores imprescindibles de las últimas décadas, con películas icónicas por doquier que han logrado tener éxito y culto. Algunas incluso se consideran obras maestras que impactaron el cine posterior, como es el caso de Se7en y La red social. Y ahora es uno de los mayores activos de Netflix, donde estrena El asesino. Pero la carrera de David Fincher podría haber terminado antes de empezar.
Después de ganarse buena reputación dirigiendo videoclips icónicos, Fincher fue el escogido para dirigir la entonces ansiadísima Alien³. La secuela de la saga del Xenomorfo estuvo durante años en proceso de desarrollo, probando suerte con talento de todo tipo, incluyendo el director David Twohy o el célebre novelista de ciencia ficción William Gibson. Fue tan complejo que ni siquiera tenían claro si Sigourney Weaver participaría en la película, llegando a escribir diferentes guiones con la Teniente Ripley y sin ella para cubrir cualquier posibilidad.
Fincher fue finalmente el cineasta escogido, con una visión bastante clara sobre cómo continuar la franquicia de una manera nueva y emocionante, con la ilusión de que todo el mundo querría participar para hacer la mejor película posible. "Eso era una idea estúpida" admitió años después a The Guardian en una entrevista donde afirmó que fue su peor experiencia en un rodaje.
Bautismo de fuego
"Tuve que trabajar en ella durante dos años, me despidieron tres veces y tuve que luchar por todo. Nadie la odiaba más que yo; a día de hoy, nadie la odia más que yo". Con esas duras palabras retrató una película donde los productores le arrebataron el control y le impusieron decisiones y prisas que hicieron insufrible la producción. Un "bautismo de fuego" que se trasladó a otros miembros del equipo, incluyendo su estrella Sigourney Weaver, afirmando ante un publicista que "Esta película ha sido una pesadilla".
El extenuante proceso quedó además retratado en un documental de tres horas titulado Wreckage and Rage: Making Alien 3, denominado por algunos fans como una película más aterradora que la propia Alien³. Un documento que, sin la intervención del propio Fincher, le presentó mezclando comentarios positivos del reparto con susurros de que el estilo exigente y repetitivo del director estaba retrasando aún más una producción ya de por sí problemática. Este documental se incluyó en una edición especial en DVD de 2003, que incluía también una versión remontada de la película titulada The Assembly Cut, donde incluyeron metraje descartado y siguieron notas del propio Fincher, pero no tuvo la participación del director que quiso poner tierra de por medio.
La película de ciencia ficción que su director repudia y siempre se nos olvida que existe: su mala reputación es injusta y ha ganado reconocimiento con el tiempoTras esta catástrofe, se alejó durante un tiempo de Hollywood, volviendo a dirigir videoclips. Volver a hacer una película quedó fuera de sus planes durante un tiempo, hasta que llegó a él un guion intrigante que conectaba con su sensibilidad, hecha por un guionista con los mismos gustos que él, y con un final atrevido que estaba deseando plasmar en pantalla. Aquel guión fue el de Se7en, y ahí cambió no sólo su motivación sino también su destino.
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