Quizás es que nuestra mente de adultos está completamente manipulada por la nostalgia, pero es una opinión unánime que la fantasía de los 80 y 90 es la mejor del género. Hay decenas de películas estrenadas en esos años que se han convertido en clásicos y que, a día de hoy, se siguen disfrutando igual que por aquel entonces. La lista es larga, pero por nombrar algunos: Dentro del laberinto (1986), Cristal Oscuro (1982), La princesa prometida (1987), Los cazafantasmas (1984), Gremlins (1984)...
Es posible que esos sean los títulos más conocidos, pero también hay joyas escondidas que merecen ser recordadas. Personalmente, una de las que encabeza la lista es La llave mágica (1995), una genial película de fantasía dirigida por Frank Oz que mereció mucho más de lo que cosechó. La cinta fue un fracaso económico, aunque la crítica la amó.
La llave mágica se centra en Omri, un niño que, en su noveno cumpleaños, recibe como regalo un viejo armario y un pequeño muñeco de un nativo americano. Su madre también le da una llave especial, que ella recibió de su abuela, y, con ella, guarda el muñeco en el armario. A la mañana siguiente escucha unos golpes como si alguien llamara a la puerta y descubre que el nativo americano ha cobrado vida.
Como decimos, Frank Oz, el mismo que sacó adelante Cristal Oscuro, Dentro del laberinto y múltiples títulos de Los Muppets, se encargó de dirigir esta cinta familiar que se estrenó en 1995. Basada en el libro infantil de mismo nombre escrito por Lynne Reid Banks, Oz llevó a la gran pantalla el guion que escribió Melissa Mathison, la misma que fue responsable de películas tan conocidas como E.T. El extraterrestre (1982) o un episodio de En los límites de la realidad (1983).
La película tenía, por tanto, un buen puñado de ingredientes para triunfar entre los fans del género y no obtuvo mal resultado. La película se hizo con un 70% entre la crítica, quienes valoraron especialmente la sensibilidad con la que cuenta la historia y, sobre todo los efectos especiales. De hecho, este mismo año el canal de YouTube Corridor Crew, expertos en analizar las cintas desde el lado de los VFX, publicó un vídeo en el que se quedaron impresionados con este aspecto de La llave mágica. Comparándolo con el trabajo que se hace hoy, siguen siendo unos efectos de primer nivel.
"¡Eso ha sido perfecto!", gritan con la boca abierta al ver cómo el pequeño indio se ponía encima de la mano del protagonista, "Eso ha sido una composición de primer nivel. Seguimos intentando conseguir planos así de buenos en la composición". ¿La respuesta a por qué son tan perfectos? Porque la compañía encargada fue Industrial Light & Magic, fundada por George Lucas en 1975 y encargada de la saga Star Wars, entre muchos otros proyectos.
"Si tienes a ambos personajes, a gran y pequeña escala, juntos en la pantalla en un mundo fotorrealista, estás obligado a encontrar una manera de fotografiarlos a ambos para que parezcan estar en el mismo entorno. Y también, para los actores, hay que encontrar una manera de interactuar y actuar juntos", cuenta Eric Brevig, supervisor de efectos visuales de la película, a VFXBlog, "Tuve que ayudar al niño, interpretado por Hal Scardino, a encontrar dónde mirar y poder actuar con el actor nativo americano para que existiera esa sensación genuina de que dos personas están comunicándose".
Lamentablemente, todo este esfuerzo detrás de las cámaras no fue suficiente y la película fue un fracaso en taquilla. De los 45 millones de dólares que costó -una cifra irrisoria si lo comparamos con lo que cuestan las grandes producciones hoy en día- tan solo consiguió recuperar 35,7 millones. Le ganó en taquilla Alerta máxima 2 y Apollo 13, que se había estrenado en semanas previas y seguía dominando la taquilla. No pudo con esos gigantes en taquilla, pero La llave mágica se ha quedado -al menos para algunos- como un título a tener muy en cuenta.