Tom Hanks destaca en Hollywood por tener una filmografía prácticamente impecable. El actor se hizo hueco con comedias y romances que se ganaron el cariño del público, como Big (1988) o Algo para recordar (1993), y después fue afinando con verdaderas obras maestras como Salvar al soldado Ryan (1998), Náufrago (2000) o, más recientemente, Los archivos del Pentágono (2017).
Pocas películas tiene en su carrera que no generen, al menos, simpatía, y una de ellas es El atlas de las nubes, una cinta estrenada en 2012 que generó críticas de todo tipo pero con un elemento que nadie puede negar: su belleza visual.
La premisa de El atlas de las nubes es, a priori, sencilla. Explora cómo las vidas individuales impactan en otras, tanto en el presente como en el pasado y el futuro. Hasta aquí no hay ningún problema, pero la historia de las Wachowski, como viene siendo habitual en su cine, empieza a enrevesarse y termina siendo todo un entramado de vidas entrelazadas que viajan en diferentes épocas en los que el espectador puede perderse.
Lilly y Lana Wachowski alcanzan aquí una gigantesca ambición cinematográfica que puede llegar a abrumar precisamente por tratarse de un universo cargado de detalles. Algunas cifras como ejemplo: el elenco se compone de 13 miembros y cada uno de ellos interpreta a varias versiones de la misma persona, lo que hace un total de unos 61 personajes a los que seguir en la trama. Hanks, por ejemplo, es caracterizado hasta 6 veces para protagonizar la cinta, al igual que sus compañeros Halle Berry, Hugo Weaving o Jim Sturgess.
Ya imaginarás que no fue fácil de sacar adelante. La producción de la cinta se alargó durante cuatro años y los productores tuvieron dificultades para conseguir apoyo financiero. Al final encontraron una manera atípica de realizarla. Las Wachowski consiguieron el apoyo de varias fuentes independientes, lo que hacen que El atlas de las nubes sea una de las películas independientes más caras jamás producidas. Es decir, no fue producida por ningún estudio, como suele ocurrir en Hollywood.
Gracias a esto, las directoras lograron tener plena libertad para expandir su creatividad -algo de lo que andan sobradas- y se hace palpable en la parte visual. "Un atrevido espectáculo de imágenes y temas, una película que se afirma como digna de ser vista repetidamente", escribe Nicholas Bell para IONCINEMA.com, al igual que Brent McKnight para The Last Thing I See: "Una película desordenada y ambiciosa que combina ciencia ficción, divagaciones filosóficas y una impresionante destreza narrativa, con imágenes impresionantes e historias y personajes atractivos".
Para que la película cobrase vida, rodaron en diferentes partes del mundo. El equipo viajó a Düsseldorf, varios lugares de Escocia y Mallorca, donde utilizaron la impresionante Sierra de Tramontana, entre otros parajes, para desarrollar las diferentes islas de la película. Por lo tanto, partían de una buena base visual. Las directoras también se basaron en guiones gráficos y trabajos conceptuales de artistas como Steve Skroce y George Hull para dar cuerpo a los mundos de la cinta, especialmente para el entorno futurista de Neo Seúl.
Dan Glass, frecuente colaborador de las Wachowski, se encargó de supervisar los efectos visuales teniendo muy claro que la película no podía centrarse solo en eso. "Lo primero que me dijo Dan Glass fue: 'Esta no es una película de efectos visuales'", declaró Stéphane Ceretti, otro supervisor de la cinta, "Dije: '¡Genial! Me gusta, la historia no lo necesita'. Es una historia poderosa y se trata de los personajes y su interacción y la forma en que viven, y todas las conexiones, estratificaciones y resonancias entre ellos".
Terminaron nominados en varias entregas de premios y, aunque fueron preseleccionados por la Academia, finalmente no aparecieron en el certamen. La acogida en taquilla fue algo tibia. Solo recaudaron 130 millones de dólares y se calcula que costó entre 100 y 146 millones, por lo que el beneficio fue más bien escaso. La crítica, por otro lado, le dio un notable justito. Hay quien cree que la caracterización de los personajes fue audaz y técnicamente asombroso, pero otros opinan, simplemente, que hay "demasiadas narices protésicas".
No está disponible en ninguna plataforma de 'streaming', pero puedes alquilarla en Prime Video, Movistar Plus+, Apple TV, Google Play y YouTube.