Como espectadores, nos enfrentamos a historias que nos pueden dejar una marca importante cuando salimos del cine. Si un director quiere perseguirte hasta en sueños solo tiene que terminar su película con una final que destroce a cualquiera. Eso es lo que hizo Guillermo del Toro cuando escribió y dirigió su gran obra maestra de fantasía.
Del Toro estrenó hace 17 años, en 2006, la película El laberinto del fauno. El filme tiene como protagonista a Ofelia, una niña de 13 años que se dirige junto a su madre embarazada a un pueblo para conocer a su padrastro, el capitán Vidal. El trabajo de este último es acabar con los últimos resquicios de guerrillas republicanas tras la guerra civil española.
Con El laberinto del fauno, Del Toro construyó una historia cimentada en un contexto histórico real y le añadió lo que mejor sabe hacer: fantasía. Ofelia adora los cuentos y, en esta nueva etapa de su vida, se adentra en ocasiones en un mundo fantástico en el que habitan diferentes criaturas: un laberinto en el que hay un fauno.
Es una de las mejores películas de fantasía de la historia, pero estuvo a punto de quedarse en el asiento trasero de un taxiEl filme cuenta con momentos muy crudos, pero la peor parte llega en su desenlace. Ofelia, después de la muerte de su madre dando a luz a su hermano, huye con este último para separarlo de Vidal. No obstante, su padrastro la alcanza justo cuando llega a la entrada del laberinto y la mata. Con la sangre derramada de un inocente, Ofelia llega a otro mundo, uno en el que se reencuentra con sus padres, reyes del lugar, y les acompaña en el trono.
El laberinto del fauno es, sin duda, una de las mejores películas de fantasía de las últimas décadas. El filme cuenta con una puntuación casi perfecta en Rotten Tomatoes -más alta incluso que La forma del agua, que se llevó el Oscar a Mejor película- y su reparto está liderado por Maribel Verdú, Ivana Baquero, Ariadna Gil y Sergi López.
El filme estuvo nominado a seis premios Oscar, incluyendo el de Mejor película extranjera. No obstante, solo ganó tres premios técnicos: Mejor fotografía, Mejor dirección artística y Mejor maquillaje. En los Goya, por otro lado, sumó 13 nominaciones y ganó siete cabezones. Del Toro ganó el premio a Mejor guión original y Baquero a Mejor actriz revelación.
Uno de los aciertos de Del Toro con El laberinto del fauno es crear un final ambiguo. ¿Es el mundo de fantasía que explora Ofelia real o no? ¿Es simplemente una forma de escapar de la cruda realidad que le toca vivir o existe realmente? Cuando Ofelia muere, ¿se convierte de verdad en princesa o solo es una suerte de alivio esperanzador para el espectador? Al igual que con Origen de Christopher Nolan, 17 años después seguimos haciéndonos todas esas preguntas y no sabemos su verdadero significado.
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