Hoy es uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos pero hace 50 años Steven Spielberg apenas acababa de comenzar su andadura, realizando algunos trabajos para la pequeña pantalla y algunas de sus primeras películas. Sin embargo, ya en aquella época Spielberg grandes ilusiones y proyectos muy ambiciosos, lo que no tardaría en convertirle en uno de los directores más prometedores de su época. Rebosante de la ilusión y ambición propia de un director que empieza, Spielberg ya había llamado la atención con Tiburón (1975) y se encontraba trabajando en Encuentros en la tercera fase (1977) cuando se postuló para ser el director de una de las películas de James Bond, que en aquel momento estaba siendo encarnado por Roger Moore.
No obstante, lo que en aquel momento se convirtió en un sueño frustrado para el cineasta, en realidad fue un regalo para la industria del cine y para millones de personas en todo el mundo. De hecho, no podemos imaginar una línea temporal en la que Spielberg hubiera conseguido su propósito, puesto que hubiera sido un excelente director para el agente 007, eso por supuesto, pero no hubiera desarrollado una de sus sagas más míticas y probablemente la franquicia de aventuras por antonomasia.
Tal y como contó el propio Spielberg en un a entrevista con BBC Radio en 2016, fue él mismo quien llamó a Albert "Cubby" Broccoli, productor y propietario de los derechos de adaptación de la franquicia de 007, para proponerse como futuro director de una de las películas de la saga de acción. De hecho, no solo le llamó en una ocasión, sino en dos:
"Llamé a Cubby Broccoli dos veces y, después de Tiburón, que fue un gran éxito, pensé: 'Ahora me dejarán hasta hacer el corte final'. Así que llamé a Cubby y le ofrecí mis servicios, pero no pensó que fuese el adecuado para el cargo", contó Spielberg. Y la cosa no paró ahí: "Después de que Encuentros en la tercera fase se estrenase y fuese un gran éxito, traté de conseguir, otra vez, una película de James Bond, pero de nuevo no me vieron adecuado".
"Lo intenté dos veces y ahora no pueden permitirse contar conmigo", añadió divertido. Según parece, la principal razón para que fuese rechazado fue su inexperiencia y que el cineasta no fuese británico al igual que el resto de anteriores directores de la saga, una tradición que se mantuvo hasta el fichaje de Cary Fukunaga como el director de Sin tiempo para morir.
No mucho después de las decepciones, el amigo cercano de Spielberg George Lucas le propuso algo que le cambiaría la vida. Ambos directores se fueron de vacaciones para celebrar los finales de Encuentros en la tercera fase y la primera película de la saga Star Wars, Una nueva esperanza, en 1977. Según las declaraciones de George Lucas publicadas en Far Out, Spielberg estaba realmente afectado:
Steven me estaba contando que realmente quería hacer una película de James Bond, y que fue a ver a los dueños de James Bond y les preguntó si podía dirigir una... y lo rechazaron. Así que le dije: 'Bueno, mira Steven, tengo una película de James Bond. Es genial, es como James Bond pero aún mejor
"Le conté la historia de un arqueólogo y que era como una serie de los sábados por la mañana que saltaba de un desastre a otro. Y Steven dijo: '¡Fantástico, hagamos esto'!", recordaba Lucas. "Llámale Indiana Jones o como quieras, es tu película ahora".
Seis meses después, En busca del arca perdida, la primera película de la saga Indiana Jones protagonizada por Harrison Ford estaba en marcha. Como es bien sabido la película no solo fue un éxito, sino que se convirtió en uno de los grandes hitos del cine de aventuras y también es considerada una de las más memorables de Spielberg. ¿Hubiera existido un mundo sin Indiana Jones si Spielberg hubiera podido cumplir su sueño de dirigir 007?
