Ridley Scott cumplirá 86 años el próximo 30 de noviembre. Una edad que para algunos significa retiro y descanso, pero para el señor Scott está significando una productividad por encima de la media. Si en 2021 estrenó dos películas -cosas de la pandemia, por otro lado-, El último duelo y La casa Gucci, este 2023 cierra el año con una de sus cintas más colosales: Napoleón, con Joaquin Phoenix.
Alejandro G. Calvo, director y crítico de SensaCine, pudo hablar con él en un entorno irrepetible: en el Claustro de Los Jerónimos del Museo del Prado. Precisamente este espacio fue destruido por las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia. El mítico director hace un retrato de una figura histórica polémica que, 200 años tras su muerte, sigue generando debate: ¿genio o tirano?
Para traerle de nuevo a la vida Scott ha contado con Joaquin Phoenix. "Un actor como Joaquin se moldea a sí mismo. Él se hace su cuadro. Yo me hago mi cuadro. Y con suerte, ambos se encuentran. Fui yo quién lo eligió. Fui directo a él. Lo mismo cuando fue el príncipe de Roma. Se metió directo en el personaje. Se volvió todo lo oscuro que pudo", cuenta a SensaCine.
Joaquin [Phoenix] se reescribe, es muy divertido. Incluso cuando hace de chico malo, es muy simpático. Así es como es y creo que es un don. Es algo natural
Las primeras imágenes de Napoleón ya advertían que estábamos ante algo monumental, pero la hazaña es aún mayor tras descubrir que se ha rodado en tan solo 61 días y utilizando 11 cámaras. Un despliegue que solo puede controlar alguien con la experiencia de Ridley Scott.
"Llevo usando cuatro cámaras para las escenas de diálogo desde hace años", señala en la entrevista, "Si grabas así, aunque solo sea un diálogo, entre Josefina y Napoleón, y ocurre un error simpático, tú has dicho a una cámara 'corta' y ha dejado de filmar. Las otras cámaras no han dejado de grabar ese error realmente bueno que igual quieres usar. Te deja espacio para atrapar improvisaciones realmente buenas".
La improvisación permite a los actores sensación de libertad, así que tienes que asegurarte que la van a tener. Y hay bastante improvisación en la película
Hay una escena en concreto que sucedió en la magia del rodaje. "Como en la secuencia en la que [Vanessa Kirby] se mete debajo de la mesa, no estaba preparado. Como tenía cuatro cámaras tan pronto me di cuenta de que iba a hacerlo, tienes que estar preparado. Esa es mi única frase. Pase lo que pase tienes que estar preparado. Los actores se inventan cosas de la nada", explica en la entrevista.
Donde no sabemos si hubo mucha improvisación o no es en las batallas que dan forma a la épica de Napoleón. La película llega a tener hasta seis momentos así, todas diferentes y de una gran belleza, pero también con una gran brutalidad. Algo que, por otro lado, tampoco sorprende en el cine de Ridley Scott, quien ya ha trabajado en el terror con Alien, el octavo pasajero o Hannibal.
Si tengo que hacer una batalla, ¿por qué me tengo que contener? De una forma divertida, una batalla nunca es bonita
"Si tengo que hacer una batalla voy a hacer una batalla. Una vez hice una película llamada Alien y estaba preocupado por cómo se iba a asustar la gente. No es muy saludable asustarse tanto. Cuando asustas a la gente, porque puedes hacerlo ya que es una audiencia cautiva, hay un cierto grado de responsabilidad. Pero si tengo que hacer una batalla, como en Black Hawk derribado, más me vale hacer una batalla", desvela el cineasta.
Napoleón se estrena en cines el 24 de noviembre.