Cuando Jackie Chan se hizo famoso en Estados Unidos, ya llevaba más de veinte años dando patadas en películas a lo largo de China y Hong Kong. Sin embargo, sus títulos iban directos al mercado del VHS, como Police Story. Él quería abrirse fama en Estados Unidos, pero los papeles que le ofrecían desde Hollywood eran de villano, algo que en lo que se negaba a encasillarse. Por ejemplo, es conocido que rechazó un papel en Demolition man que aprovecharía Wesley Snipes. Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar gracias a una película rodada en una Canadá que habían llenado de graffitis para que pareciera Nueva York y en varios idiomas diferentes: Duro de matar.
Tú siempre fuiste duro de matar
Chan ya no podía quedarse en el mercado del vídeo: pedía más. Y Duro de matar podía dárselo: la película prácticamente se sacó en dos versiones en las que cambiaban diálogos y música (la de Hong Kong y la americana), y fue un éxito allá por donde pasó: en Estados Unidos vendió más de siete millones de entradas e incluso en España la disfrutaron en cine casi 100.000 fans de las artes marciales. Un éxito absoluto... que tenía un gazapo increíble.
La Game Gear ya había salido en dos películas antes de Duro de matar: Surf Ninjas y Cabezas huecas. Pero en 1995 estaba en su momento álgido, y tuvo un par de planos en Duro de matar, donde Danny está disfrutando con un videojuego... inexistente. Y es que alguien se debió olvidar que, para funcionar, la Game Gear debía tener un cartucho insertado. Básicamente, lo que estaba haciendo el personaje era jugar a la nada más absoluta.
Gazapos aparte, Jackie Chan consiguió estrenar varias de sus películas anteriores en Estados Unidos (por ejemplo, Police Story 3 fue rebautizada como Supercop) y poco a poco se labró la suficiente fama para permitirse el placer de co-protagonizar Hora punta, junto a Chris Tucker. El resto es historia bien conocida: en 2023, y a sus 69 años, sigue dando caña al lado de John Cena. A patada limpia, como no podía ser de otra manera.