Es una de las franquicias de terror más emblemáticas de la historia, pero para sacar adelante la primera de sus películas apenas hicieron falta 300.000 dólares. Un bajo presupuesto sin duda para una saga que acabaría resultando tan lucrativa, con 13 largometrajes estrenados en el transcurso de 44 años y cerca de 1.000 millones recaudados en todo el mundo. Sin embargo, el verdadero legado de Halloween, la famosa película de John Carpenter estrenada en 1978, fue su enorme influencia en el género, puesto que ayudó a popularizar el 'slasher' en los 80 e inspiró otras de las grandes franquicias que vendrían después, como Pesadilla en Elm Street o Viernes 13.
La de Halloween es una historia diferente a la de otras famosas películas de terror de bajo presupuesto que lograron convertirse en fenómeno, como Saw o El proyecto de la Bruja de Blair. En este caso, John Carpenter no era un joven recién salido de la escuela de cine deseando dirigir su primera película con apenas un puñado de miles de dólares, sino que fueron una pareja de productores independientes los que se fijaron en él tras haber visto su segundo largometraje en un festival: Asalto a la comisaría del distrito 13.
"Quería hacer una película que tuviera el mismo impacto que El Exorcista", contaría el productor Irwin Yablans en entrevista con la revista Fangoria sobre el origen de la película que inició la franquicia. Lo que le propusieron a Carpenter fue desarrollar una película sobre un asesino psicópata que mataba niñeras y el director aceptó con la única condición de tener control creativo sobre el proyecto y un sueldo no demasiado alto, pero con porcentaje de la ganancia de películas.
Aunque La noche de Halloween no fue tan barata como otros proyectos de bajo presupuesto que se hacen sin apenas recursos, el presupuesto de 300.000 dólares era lo suficientemente estrecho como para plantear muchas limitaciones, empezando por el tiempo con el que contaban para su producción.
El guion fue escrito en 10 días, la película rodada en cuatro semanas y no pudieron contar con grandes actores entre sus filas, siendo Donald Pleasence su fichaje estrella. En aquel momento no sabían que Jamie Lee Curtis, que era desconocida, se convertiría en una auténtica estrella. Asimismo, los costes en vestuario y diseño de producción se redujeron al máximo y, de hecho, la icónica máscara de Michael Myers que sería un emblema de la franquicia fue realizada a partir de una máscara del Capitán Kirk de Star Trek adquirida por 1,98 dólares en un bazar y posteriormente pintada con spray.
Por otro lado, durante el rodaje todos arrimaban el hombro ante cualquier tarea que se precisase, así que finalmente Carpenter pudo rodar Halloween en apenas 20 días y exprimir al máximo el presupuesto para hacer exactamente la película que tenía en la cabeza.
Estrenada en 1978, Halloween recaudó 70 millones de dólares y es considerada como una de las mejores películas de terror de la historia, con una puntuación prácticamente perfecta de 96% en Rotten Tomatoes. La primera secuela no tardaría en llegar, con Halloween II viendo la luz en 1981, y finalmente llegaron a producirse 12 secuelas. La última de ellas, Halloween Ends, destinada a poner el broche de oro definitivo.