Han pasado casi 20 años desde su estreno y, ciertamente, es mejor para todos que haya caído en el olvido, pero los amantes de los videojuegos seguro que aún recuerdan el fracaso estrepitoso que resultó la adaptación cinematográfica de la archifamosa saga de juegos de supervivencia Alone in the Dark, cuya primera entrega es considerada precursora del género. Mientras el videojuego de Infogrames fue objeto de grandes elogios, consiguió un Guinness y dio lugar a cinco secuelas y una sexta que probablemente veremos en 2024, la película, que llegó a las salas de cine en el año 2005, fue objeto del rechazo unánime por parte de público y crítica, siendo considerada como la peor película, o como mínimo una de las peores, de la historia.
A pesar del éxito del primer videojuego lanzado en 1992, la película no giraba en torno a la escalofriante mansión encantada Derceto, sino que el equipo puso sus ojos en otra de las entregas de la franquicia. Ligeramente basada en el Alone in the Dark: The New Nightmare, el cuarto videojuego de la saga, Alone in the Dark seguía los pasos del detective Edward Carnby en su viaje a Shadow Island para investigar el asesinato de un viejo amigo. Una extraña isla encantada en la que las sombras no tardan en cobrar vida en la oscuridad.
Protagonizada por Christian Slater y Tara Reid en los papeles principales, la película estaba dirigida por Uwe Boll, un director alemán cuya trayectoria cinematográfica es un auténtico desfile de fracasos. Alone in the Dark no es el único, de hecho, pero indudablemente sí el más sonado y el que sentenció una vida profesional en la que recibiría muchos Razzies, incluyendo el de la peor carrera.
Cuando Uwe Boll dirigió Alone in the Dark venía de dirigir otra adaptación de un famoso videojuego que también había sido un desastre, House of the Dead. Sin embargo, aunque el fracaso parecía difícil de superar, Alone in the Dark tuvo una acogida aún peor, tal y como demuestra su puntuación de un 1% en Rotten Tomatoes. "Una horrible película de monstruos y de acción sin sentido, donde el componente detectivesco del original desaparece por completo", reza la crítica de SensaCine.
Asimismo, la película también fue un fracaso comercial, con apenas 13 millones de dólares recaudados frente a los 20 de presupuesto, y el proceso de producción, en el que llegó a a haber siete guiones sobre la mesa, ya parecía demostrar que el proyecto no iba por el mejor camino desde el principio.
Boll, por su parte, siempre se mostró ofendido con la recepción de su película, justificando la reacción de los fans con el exceso de expectativas que ponen sobre las adaptaciones de los juegos que les gustan e incluso retando a los críticos a combates de boxeo: "Estoy harto de que la gente critique mis películas sin haberlas visto. Muchos periodistas hacen juicios de valor sobre mis películas basándose en las opiniones de mil o dos mil voces de Internet. La mitad de esas opiniones provienen de personas que nunca han visto mis películas", recogía The Guardian en 2006.
Y es que, tras el fracaso de Alone in the Dark, vendrían muchos otros, con ninguna de sus películas alcanzando el aprobado. Postal, Tunnel Rats o En el nombre del Rey son solo algunos ejemplos, pero por todas ellas recibiría Razzies. Además, en los últimos años de su carrera Boll tuvo que probar suerte con el 'crowfunding' para sacar adelante de sus películas, pero nunca llegó a alcanzar el apoyo que necesitaba para sacarlas adelante. Finalmente se retiró en 2016, asegurando que "el mercado estaba muerto" con la llegada del 'streaming' y que ya no podía permitirse hacer películas.
