Este mes ha llegado a las salas de cine Ocho apellidos marroquís, la nueva comedia de la franquicia española que comenzó en 2014 con Ocho apellidos vascos. La tercera entrega se aleja de las dos primeras entregas, principalmente en el nuevo reparto, puesto que ninguno de los actores originales repite en su papel. Lo que sí mantiene es la idea de presentar a dos culturas, a priori, diferentes y hacer que se entiendan a la fuerza.
En el equipo técnico tampoco hay nombres de la original y la dirección ha pasado de Emilio Martínez-Lázaro a correr a cargo de Álvaro Fernández Armero, conocido realizador español que saltó a la fama por rodar un cortometraje en el metro de Madrid con unos Ariadna Gil y Coque Malla casi desconocidos en aquel momento.
Se podría decir que está especializado en la comedia y por eso en su filmografía encontramos varios títulos a tener en cuenta. Hoy nos fijamos en uno de sus más recientes, Si yo fuera rico, estrenada en 2019. Está disponible para ver en Netflix.
La película se centra en Santi, un joven que está en pleno proceso de divorcio con su esposa. De la noche a la mañana se convierte en rico -muy rico-, pero no puede compartir la noticia con nadie porque si su ex se entera se llevaría parte de lo que ha ganado y eso es algo que él no está dispuesto a aceptar.
Como imaginarás, lo que le sigue a esta premisa son toda una serie de enredos y situaciones hilarantes que -sin decir spoilers, de verdad- terminan en una historia entrañable y hasta emotiva.
En SensaCine, los usuarios le dan 3 estrellas de 5 y hay una opinión generalizada de que es una película entretenida para pasar un buen rato. "Muy divertida, me encantó, no pare de reír. Muy buenos actores y actrices. No paras de reír en toda la película. 100% recomendada", dice uno de nuestros usuarios.
Hay muchos otros que no la recomiendan, pero Si yo fuera rico es una de esas películas que no vale la pena analizar desde el punto de vista de la crítica cinematográfica, sino más bien desde lo que hacen sentir al espectador. Es posible que la historia no invente nada nuevo y que sepas como va a terminar desde el primer minuto, pero también es verdad que de vez en cuando merece la pena ver este tipo de comedias amables que te hacen pasar una hora y media de entretenimiento.