Un año estuve viviendo en Dublín y en ninguno de los gélidos meses de su otoño e invierno tuve la suerte de cruzarme con Paul Mescal. O al menos no de forma consciente, ya que por aquel entonces aún no había saltado a la fama internacional en su papel de Connell en Normal People junto a su amiga y coprotagonista Daisy Edgar-Jones. Y una cosa te voy a decir, después de un 2023 de rupturas, incluida la de él mismo con la cantante Phoebe Bridgers además de la de Rosalía y Rauw Alejandro o Sophie Turner y Joe Jonas, lo único que le pido al amor en 2024 es que él y Edgar-Jones acaben siendo pareja.
De todos modos, al no ser vidente lo único que puedo asegurar en torno a la figura del intérprete irlandés es que su año profesional será todo un éxito, ya que tiene pendientes tres de los estrenos más potentes de los próximos meses: All Of Us Strangers, la película que comparte con Andrew Scott, el popular sacerdote de la hilarante Fleabag, que ya fue calificada por el National Board of Review of Motion Pictures como una de las diez mejores cintas independiente de este año; Foe, junto la imparable Saoirse Ronan con la que hace una pareja de ensueño con una química brutal. Un drama romántico con tintes de ciencia ficción que quizás nos dé eso que Don't worry darling no terminó de conseguir; y por supuesto la secuela de Gladiator, un "film" para el que Mescal ha tenido que cambiar completamente sus rutinas de entrenamiento y alimentación además del reto que supone a nivel actoral y psicológico meterse en un papel tan reconocido.
Gracias a su rol en la serie basada en el libro de la autora Sally Rooney, cuyo material también ha servido para crear Conversaciones entre amigos, el joven consiguió ganar el BAFTA en la categoría de Mejor Actor. Igualmente, también ha estado nominado ya por su papel en Aftersun al Globo de Oro y al Oscar en las categorías de Mejor Actor de Drama y Mejor Actor respectivamente.
Por otra parte, el éxito de Paul Mescal no reside solo en sus dotes ante las cámaras del "set" de grabación, sino que también tiene mucho que ver con cómo se comporta con los medios, sus fanes y la imagen que proyecta en general: un chico afable al que parece que la fama no le ha cambiado (tanto al menos) que después de interpretar cada día en el teatro en Londres Un tranvía llamado deseo salía a saludar y a fotografiarse con aquellos que se apostaban a las puertas; un joven hijo de su generación que ve la vida desde un prisma mucho más inclusivo, amable y generoso y que lo defiende a través de una sensibilidad diferente, algo que destila en entrevistas, en los valores que defiende e incluso en su forma de vestir.
Y hablando de estilo, además de haber sido portada de cientos de revistas de moda y estilo de vida, Paul Mescal también tiene una personalidad bastante definida en cuanto a su estética. Ha sido una de esas personas que nos han hecho desear que el "mullet" se quede entre nosotros un tiempito, juega con el estilo vintage y con propuestas más rompedoras y sin género, tanto en las alfombras rojas como en su día a día, así como en los actos promocionales de sus proyectos, sin miedo, partiendo también de una posición privilegiada. Pero en cualquier caso, con él sentimos que 2024 será, como mínimo, un poquito mejor.