Tanto si eres fan de la fantasía como si no, hay una película que es de obligado visionado. Más de 4.000 usuarios han determinado en SensaCine que la mejor cinta del género es El señor de los anillos: la comunidad del anillo y nosotros no tenemos nada que objetar. Estamos 100% de acuerdo.
La primera entrega de esta franquicia millonaria es el entretenimiento perfecto para ver en familia, tengas la edad que tengas y te guste lo que te guste. La producción liderada por Peter Jackson está tan bien hecha que gusta hasta a los que no han visto un orco en su vida. Y si quieres hacer una buena sesión de cine hoy, debes saber que está disponible en Prime Video y HBO Max.
"La fantasía no genera dinero": cómo el proyecto se salvó en solo 4 semanas
La adaptación de El señor de los anillos era una tarea pendiente de Jackson desde hacía tiempo. El director había comenzado a trabajar en ella en 1997 y, junto a su equipo de efectos especiales y diseñadores varios, empezó a darle la forma más realista que pudieron a esta épica epopeya fantástica. Su tarea no fue cosa fácil. Aunque ahora la historia de Tolkien nos parezca un éxito asegurado, por aquel entonces ningún estudio confiaba en ella. La guionista Fran Walsh recordó en un encuentro en 2012 que Disney les dijo directamente: "Las películas de fantasía no generan dinero".
La misión del cineasta fue luchar para hacerles entender la cuidadosa mitología de la novela, pero no fue lo único. Una vez que consiguieron algo de atención por parte de Miramax, el estudio les obligó a reducir la adaptación en una única película, algo que veían imposible. Harvey Weinstein, que estaba al cargo, les amenazó asegurando que tenía otros directores esperando a dirigir el proyecto, pero el manager de Jackson y Walsh consiguió mediar.
Nuestro manager negoció un plazo de cuatro semanas en el que le dijo a Harvey: 'Tienes que darles una oportunidad a Peter y Fran. Han trabajado en esto durante demasiado tiempo. Hay que darles la oportunidad de montarlo en otro lugar como dos películas'. Harvey nos dio cuatro semanas para hacer eso, y luego iba a retractarse y sería nuestro fin
Warner Bros.
Como recuerda Jackson en un reportaje de IndieWire, fueron cuatro semanas frenéticas en las que contactaron con todos los estudios que pudieron para poder desligarse de Miramax y conseguir la financiación necesaria. Pero recibieron una negativa tras otra hasta que New Line y Polygram les abrieron la puerta. Polygram se interesó, pero estaban a punto de cerrar, así que solo les quedó una oportunidad: New Line.
Cuando se reunieron con Bob Shaye, director de New Line, se dieron cuenta de que era el lugar perfecto para el proyecto. "Miró el material y dijo: 'Lo que no entiendo es por qué quieres hacer dos películas'. Y pensamos: 'Oh, aquí vamos. Él va a intentar obligarnos a hacer una película ahora. La misma historia'. Pero lo siguiente que dijo fue: '¿Por qué harías dos películas cuando hay tres libros? ¿Por qué no harías tres películas?'. Y así fue como asumió el proyecto", recuerda Jackson.
Por suerte para todos, El señor de los anillos se escapó de las garras de Weinstein y se desarrolló en el estudio adecuado. La producción terminó convirtiéndose en tres películas -y otras tres derivadas si consideramos El Hobbit- que ha dado ganancias multimillonarias.
