La lista de "nepo babies" se va engrosando cada vez que algún medio o marca se fija en ellos. Ya te conté que Stella del Carmen, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, se había convertido en la nueva obsesión de las firmas, incluyendo entre estas la española Rabat o las francesas Dior y Sézane. Por supuesto, no puede caer en el olvido Lily-Rose Depp, que nació fruto del amor entre Vanessa Paradis y Johnny Depp o el exnovio de esta, Timothée Chlamet, cuyos padres no son actores pero viene de una familia aún más impresionante.
Hoy sin embargo le toca el turno a un perfil un poco más diferente: el de Christina Maria Aurelia Schwarzenegger, que sí, como bien habrás sospechado es hija del actor, exculturista y expolítico Arnold Schwarzenegger y su exmujer, la escritora Maria Shriver, con la que tuvo tres hijos más: Katherine Eunice, Patrick y Christopher.
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La segunda hija del popular matrimonio, que terminó después de que en 2011 se hiciera público que él había concebido otro hijo, Joseph, con la que fuera ama de llaves de la casa familiar, Mildred Baena, es una mujer ejemplar, al menos por lo que se sabe de cara a la galería, ya que además de mostrar sus logros también ha tenido la valentía de compartir con el mundo algunas de sus experiencias más traumáticas, pero comienzo por el principio.
Cristina nació el 23 de julio de 1991, por lo que en la actualidad tiene 32 años. La joven decidió seguir los pasos de su madre y se graduó en literatura inglesa en la Universidad de Georgetown, el "alma mater" de Maria Shriver. Después de eso, decidió seguir apostando por su formación estudiando algo totalmente diferente pero también muy creativo: diseño de interiores en una de las escuelas más prestigiosas de Estados Unidos en este tipo de carreras, la famosa Parson's de Nueva York.
Uno de sus primeros pasos laborales fue trabajar como editora experta en salud y bienestar para Goop, la marca de estilo de vida que fundó Gwyneth Paltrow hace ya unos años y que la ha elevado a los altares tantas veces como la ha tirado por tierra. En cualquier caso, ladrán, Sancho, luego cabalgamos.
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Además, Christina Maria es una de las miembros del consejo, junto a su madre, de la asociación de las Olimpiadas Especiales, un proyecto que inició su abuela, Eunice Shriver, hermana del que fuera presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, sobre el que se expresa así en la web de la organización: "me encanta poder ayudar a aquellos que pueden sentirse excluidos y brindarles esa oportunidad para que también se les reconozca. Así todos nos sentimos validados y vemos que lo que nos hace diferentes es precisamente lo que nos hace fuertes y aquello que se puede convertir en nuestro superpoder".
Por otra parte, como decía, la joven también pasó por un periodo bastante complicado en su vida debido a su adicción al adderall, un medicamento cuyo uso se recomienda en pacientes con TDAH o narcolepsia y que muchos deportistas de alto rendimiento, estudiantes y profesionales con carreras exigentes terminan usando para mejorar sus resultados, algo que no tiene nada de extraño en un mundo hipercompetitivo y que rebosa capitalismo por todas partes.
No obstante, Christina Maria fue valiente dando un paso al frente compartiendo su experiencia en el documental del Netflix Take Your Pills que coprodujo con su madre.
