Robert Pattinson es uno de los mejores actores de nuestra época, pero antes de demostrar que puede interpretar, prácticamente, cualquier cosa, tuvo que hacerse un hueco en la industria. El actor apareció en Harry Potter y el Cáliz de Fuego dando vida a Cedric Diggory, pero cuando de verdad saltó a la fama fue con como el vampiro Edward Cullen en La saga Crepúsculo.
La franquicia de cuatro películas, adaptación de las novelas de Stephenie Meyer, fue un exitazo. Protagonizada por Kristen Stewart, la historia de amor entre un vampiro y una humana -y con hombres lobo también de por medio- fue, para Pattinson, el principio de una carrera envidiable: Ha trabajado con directores como David Cronenberg, James Gray y Christopher Nolan y ahora da vida a Bruce Wayne/Batman bajo las órdenes de Matt Reeves.
Robert Pattinson lleva más de una década mintiendo a todo el mundoPero, volvamos a Crepúsculo porque, aunque la franquicia se vendió como algo romántico, Pattinson dejó claro hace unos años, tal y como recuerdan nuestros amigos de Filmstarts, que para él no lo era en absoluto. "Lo mejor de Crepúsculo es que te dio dinero para hacer lo que quisieras…", le comentó IndieWire a Pattinson en 2019 tras recordar su filmografía más reciente con filmes como Good Time y El faro. "Incluso antes de Crepúsculo ya estaba haciendo cosas raras", responde. "Y, para ser sincero, Crepúsculo es bastante rara. Es el 'marketing' lo que la hizo 'mainstream”.
Pattinson recalcó entonces que él siempre intentaba destacar en las entrevistas lo extraña que era la historia creada por Meyer, pero sus esfuerzos no servían de nada. "Si ves cualquiera de las entrevistas que hice sobre ella, siempre tiraba por lo de morder la placenta… cualquier cosa que pudiera hacer asquerosa, la destacaba", afirmó.
Cómo añadió:
No podemos competir contra todo el departamento de 'marketing'. 'Oh, Dios mío, es una odisea romántica. Es preciosa...' Y yo: '¡No! ¡Es asqueroso!
Aunque la parte más rara ocurre en el final de la franquicia, con Bella embarazada bebiendo sangre humana y con Edward teniendo que practicar una cesárea con sus dientes, lo cierto es que toda la saga tiene momentos tremendamente extraños. Y, probablemente, sea eso lo que ha convertido la historia de la humana y el vampiro en parte importante de nuestra cultura popular.
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