Todos recordamos esa escena de Parque Jurásico en la que los protagonistas sabían que un dinosaurio se estaba acercando porque el agua hacía ondas, ¿verdad? Pues ese momento se creó gracias al grupo Earth, Wind and Fire: Steven Spielberg estaba escuchándolo a todo volumen en su coche cuando se dio cuenta de que el bajo hacía que las ventanas vibraran. Un momento mítico producido por una simple casualidad, sí, pero es que todo en esta película estaba medido al dedillo para que nos creyéramos lo imposible.
La mano traicionera
Para que os hagáis una idea de lo perfecto que hizo todo Spielberg durante el rodaje, los animatronics llegaron a asustar al reparto y al equipo de la película. Y es que de vez en cuando se encendían solos, y claro, es muy fácil montarte tu propia película, al fin y al cabo. Este encendido, por cierto, tenía que ver con que los modelos se mojaron durante la lluvia: al final, incluso acabaron teniendo reuniones especiales para dar las medidas de precaución adecuadas de protección contra tiranosaurios de mentira.
Pero, por perfecto que pareciera todo en pantalla, hay algunos errores que se pueden apreciar, pero solo si pones ojo avizor. Piensa en la escena de la cocina y los velocirraptores entrando poco a poco... Y para la película en el minuto 109 y 10 segundos, porque allí verás la mano de alguien del equipo sosteniendo la cola del velocirráptor para que no se caiga. También es verdad que ocurre de fondo y durante un segundo, pero los cazadores de gazapos lo pillaron a la primera.
Por cierto, aunque puedas recordar que los dinosaurios salían todo el rato a lo largo de Parque jurásico, lo cierto es que solo aparecen unos 15 minutos en total en toda la película. A veces menos es más, y Spielberg lo sabía perfectamente: en Tiburón, el villano animal aparece tan solo cuatro minutos. Suficiente para crear traumas en toda una generación.