Aunque Joaquin Phoenix suele ser sinónimo de cine más pequeño y arriesgado, ha tenido sus momentos de protagonizar cine grande y épico de pura marca Hollywood. En la recta final del año estrenó la esperadísima Napoleon, una cinta con escenas de batalla demoledoras y el saber hacer de Phoenix. Las críticas fueron mixtas y, en parte, porque es imposible evitar la comparación con Gladiator (El gladiador).
Ésta fue la primera película que juntó al actor con Ridley Scott y, más de 20 años después, se han vuelto unir para estrenar el 'biopic' -con bastantes licencias creativas- sobre el famoso militar. Comentarios aparte sobre Napoleón, Gladiator sigue siendo una epopeya que siempre arrasa en televisión cuando es emitida.
Hoy es una de esas ocasiones, pudiendo verse el gran espectáculo con Russell Crowe a través de la cadena FDF a partir de las 22.40h. de la noche.
En el año 180 el Imperio Romano controla todo el mundo conocido hasta la fecha. Máximo es un general romano muy importante para el emperador Marco Aurelio, pues sólo él ha conseguido victoria tras victoria, destacando por su valentía, dedicación y lealtad al Imperio. Tras una formidable batalla contra los bárbaros del norte, el emperador decide transferirle el poder.
Cómodo, el hijo de Marco Aurelio, está celoso del prestigio de Máximo y del amor que le profesa su padre, así que cuando asume el poder de manera inesperada, ordena el arresto y la ejecución del general. Máximo consigue escapar de sus opresores, pero no puede impedir que asesinen a su familia. Posteriormente, es capturado por un mercader de esclavos y se convierte en gladiador, preparándose para su venganza.
Gladiator fue la clase de fenómeno que se repite menos, aunque podemos ver algo muy parecido en los éxitos de Oppenheimer o Barbie. Una película aclamada por la crítica, que consigue convencer al público para verla masivamente al cine por la garantía de un espectáculo nunca visto y también con todo el potencial del mundo para arrasar en los Oscars.
'Gladiator': una cinta imprescindible
Scott saca de dentro de sí lo mejor de su talento cinematográfico, madurado tras varias décadas de carrera, y hace que sus dos horas y media de metraje sean una cosa poderosa y fluida. Entre sus habilidades está la gran dirección de actores, dando espacio para lucirse a un Crowe que se confirma como superestrella y a un Phoenix que emerge como uno de los grandes talentos de su generación.
Su increíble historia, que combina drama, confabulaciones por el poder y venganza, sigue conmoviendo por lo genial que está contada. Que arrase cada vez que se emita en televisión no es casualidad, es un formidable trabajo que uno nunca se cansa de ver, lleno de contundencia y de conmovedoras emociones. Una cinta imprescindible.
Puedes ver Gladiator hoy en FDF a partir de las 22.40h.