Películas de fantasía hay muchas, pero si reducimos la lista a las sagas más populares del género, es probable que, entre otros títulos, estén presentes El Señor de los Anillos, Harry Potter y Las Crónicas de Narnia. Esta última, basada en las novelas escritas por C.S. Lewis, saltó a la gran pantalla en 2005 con El león, la bruja y el armario. En 2008 se estrenó su secuela El príncipe Caspian. Por último, en 2010, le tocó el turno a la tercera película La travesía del viajero del Alba.
La trilogía está al completo en Disney+, pero las historias de Lewis pronto cambiarán de casa. Y es que, tras muchos años esperando a que Disney continuara con la saga tras su tercera película, Netflix ha rescatado la saga.
Aunque la franquicia comenzó con muy buen pie -la primera entrega recaudó más de 745 millones de dólares en todo el mundo-, los ingresos de las secuelas fueron disminuyendo -419 y 415 millones de dólares respectivamente-. También la crítica fue a la par: el inicio de la saga aprobó, pero todo fue a menos con cada nueva entrega. En total, la trilogía recaudó 1.500 millones de dólares a nivel mundial.
Greta Gerwig tiene miedo de su nuevo proyecto de fantasía tras 'Barbie': "Me intimida hacer esto"La idea original era continuar llevando a la gran pantalla las historias de Lewis, pero los derechos terminaron en manos de Netflix. La plataforma de 'streaming' llegó a un acuerdo con C.S. Lewis Company para desarrollar una serie de películas y ficciones. Esto ocurrió en 2018 y, aunque parecía que el primer proyecto podría ver pronto la luz, se ha ido retrasando.
Walt Disney
En 2020 surgieron las primeras preocupaciones. Douglas Gresham, hijastro de Lewis y coproductor de las películas, afirmó que Netflix no se había puesto en contacto con él. Todas las dudas quedaron disipadas en verano de 2023: Gerwig, director de Barbie, se encargará de las adaptaciones.
La cineasta ha reconocido recientemente que siente mucho respeto por el material original. "Me intimida hacer esto. Es algo por lo que merece la pena sentirse intimidada", ha dicho en BBC Radio. "Como no soy británica, siento que quiero hacerlo de forma correcta… Es como cuando los americanos hacen Shakespeare, hay un ligero sentimiento de reverencia, como si tuviésemos que tratarlo con especial cuidado. No es nuestro paisano".
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