Faltaban menos de dos meses para que la nueva película de Ridley Scott se estrenara, pero el director no dudó: cuando el actor Kevin Spacey fue acusado de abuso sexual en 2017, el cineasta le despidió de Todo el dinero del mundo. El filme, por entonces, ya estaba terminado y listo para llegar a las carteleras de todo el mundo.
Todo el dinero del mundo cuenta la historia real de lo ocurrido con el magnate John Paul Getty. Ambientada en la década de los años 70, el nieto de Getty es secuestrado a los 16 años. El joven está en paradero desconocido, pero su madre Abigail Harris intenta por todos medios que el multimillonario abuelo pague el rescate. Getty se niega a dar dinero a los captores porque no está dispuesto a ceder a la extorsión.
Zack Snyder despidió al actor de su película de acción un año después de rodarla: La actriz que le sustituyó grabó sus escenas solaSpacey daba vida a Getty, pero el 8 de noviembre de 2017, Scott anunció en Deadline que el actor estaba despedido y que Christopher Plummer iba a sustituirlo. La película se estrenaba el 22 de diciembre y ya había tráilers e imágenes de Spacey caracterizado como el personaje.
Los 'reshoots' se llevaron a cabo inmediatamente y todo el equipo de la película estuvo de acuerdo, de forma unánime, en llevarlos a cabo. Incluso Mark Wahlberg y Michelle Williams, protagonistas del filme, accedieron a volver a grabar las escenas que tenían con Spacey. Williams da vida a la madre del joven secuestrado y Wahlberg al asesor de Getty. Scott consiguió el cambio en tiempo récord.
UNA DECISIÓN "INMEDIATA" Y UNA NOMINACIÓN AL OSCAR
"Mi decisión se tomó casi de forma inmediata", contó Scott en The Guardian sobre el despido. "Dije: 'Tenemos que volver a hacer esto'. No agonicé. Nunca me detengo en un problema, solo en la solución".
Todo el dinero del mundo se estrenó en su fecha prevista con el cambio hecho. Además, Plummer consiguió una nominación al Oscar a Mejor actor de reparto por su papel en la película.
El filme recaudó más de 56 millones de dólares en todo el mundo. La crítica no hizo ascos a la película y la describió como "un retrato absorbente de una historia real". De la interpretación de Plummer dijeron que era "poderosa".
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