JRR Tolkien no paraba de devanarse los sesos con un aspecto de la Tierra Media que a día de hoy sigue sin contestarse de manera satisfactoria: ¿De dónde nacen los orcos? Todos hemos visto los ejércitos malolientes de El señor de los anillos o El Hobbit, pero, si está establecido que Morgoth no puede crear vida, solo Eru, crear un ejército de seres completamente malvados es imposible. A la muerte del autor, su hijo Christopher encontró un escrito en el que explicaba que eran elfos corruptos y mutilados (o, al menos, esa era la creencia élfica). Pero Tolkien nunca fue capaz de encontrar la solución a otro dilema: ¿Podría un orco redimirse y volver a ser un elfo? El debate le comía por dentro y acabó por no ser solucionado del todo.
Un orco de Mordor
El propio JRR Tolkien se ocupó de refutar esa teoría. Por ejemplo: los elfos al morir van a Aman, pero, ¿y los orcos? Si solo pueden ser corrompidos pero sus destinos no pueden cambiar, ¿no deberían acabar también allí? Puede que nunca lo sepamos, pero lo único que es cierto es que su presencia en El señor de los anillos es imponente. Tanto, que los creadores de las armaduras y del maquillaje de la trilogía de Peter Jackson se ocuparon de que cada uno tuviera algo especial.
Es el caso de Gorbag, un orco que aparece en El retorno del rey (¡también en la novela!) y que tiene un trozo de armadura de Gondor en su hombro, mostrando que fue un soldado en Minas Tirith (o que le llevaron algo de tesoro por ser capitán). Jackson, pues, da pábulo a la idea de los apéndices, porque este no es el único orco que cuenta una historia a través de su ropaje.
Que El retorno del rey esté tan cuidada en todos sus aspectos no deja de ser irónico teniendo en cuenta que algunos reshoots fueron grabados unos años después... en el aparcamiento del estudio de cine de Wellington, en Nueva Zelanda, utilizando pantallas azules y teniendo solo 24 horas para que todo estuviera en su sitio. De hecho, hubo incluso una escena de la edición extendida de El retorno del rey que Jackson rodó en marzo de 2004... cuando ya había ganado los once Óscar por esa misma película. El cine siempre fue una industria rara.