Puede que de la familia de JRR Tolkien solo conozcáis a Christopher, su hijo, que continuó la historia de la Tierra Media con obras inacabadas de su padre y otras inventadas por él. Pero El señor de los anillos continúa más vivo que nunca, y uno de los encargados de que no se pierda la calidad en las adaptaciones es Royd Tolkien, el bisnieto del autor, que es un auténtico apasionado de la obra de su bisabuelo. Parece intrincado, pero él es nuestro protagonista de hoy.
El señor de los cameíllos
Royd también se ha convertido en escritor, pero no de fantasía épica. De hecho, lo que cuenta en su libro es la historia suya y de su hermano, que murió tras una larga temporada enfermo de ELA y, antes de fallecer, le dio una lista con 50 retos, desde "viajar a Nueva Zelanda disfrazado de Gandalf" hasta "Hacer stand-up en Wellington avisando solo con veinte minutos de antelación". La vida de Royd se ha vuelto un no parar de cosas increíbles gracias a su hermano. Pero su vida ya era increíble antes.
Vuelta atrás en el tiempo, mientras Peter Jackson estaba rodando El señor de los anillos. Royd acabó por conocerle (no fue muy difícil, claro) y, tras hablar con él de la obra de su bisabuelo, le ofrecieron un pequeño papel en la cinta. Se puso la peluca de Viggo Mortensen, cogió un traje y se convirtió en un explorador de Gondor en Osgiliath a lo largo de El retorno del rey. Y seguro que hasta ahora no le habías reconocido.
New Line
Después volvió a aparecer en La desolación de Smaug, la segunda parte de El Hobbit, como un enterrador. De hecho, incluso logró hacerse un hueco como extra en la última temporada de Juego de Tronos. No tiene nada que ver con su familia, pero no hay como tener contactos. ¡Ah! Ahora prepara un documental narrado por Benedict Cumberbatch. Lo dicho: no hay como tener un apellido conocido para ser un nepo-bisnieto.
