"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais: naves de combate en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". A pesar de una carrera histórica, el inolvidable intérprete Rutger Hauer, fallecido en julio de 2019, probablemente siempre será recordado por el monólogo de 50 segundos que pronunció en pantalla en 1982, mientras interpretaba al famoso replicante Roy Batty en la icónica Blade Runner de Ridley Scott.
Pronunciado en sus momentos finales bajo la mirada atónita de Rick Deckard (Harrison Ford), el monólogo ha pasado a la historia como uno de los discursos más conmovedores del cine y fue el propio actor, la noche anterior al rodaje, quien tomando partes del guion original y añadiendo una conmovedora frase final, dio origen al texto final que pasaría a la historia.
Así lo contaría él mismo en una vieja entrevista que recuerdan nuestros compañeros de AlloCine (a través de All The Right Movies): "La paloma fue idea mía. Y el texto era una página larga y muy complicada. Muchas palabras. Simplemente pensé que habíamos visto cinco muertes de manera operística y pensé 'Ahora tenemos que ser rápidos'. Las pilas están agotadas, bam, se acabó. No nos excedamos".
"He visto cosas que vosotros no creeríais...
Desde ese punto de partida, Rutger Hauer decidió reelaborar el guion el día antes de rodar aquella escena, eliminando gran parte del discurso original para quedarse sólo con lo esencial y añadir una última frase: la frase de "lágrimas en la lluvia" que realmente hizo que la escena fuera perfecta.
Así lo recordaba su amiga Katy Haber en unas declaraciones a Daily Mail en 2019: "Rutger siguió el guion hasta su discurso de despedida. Rutger preguntó si podía compartir su idea de algo que anotó después de la cena y que creía que Batty diría". Y al director le encantó: "Ridley sintió que era tan poderoso e increíble que simplemente filmó el discurso de Rutger sin editarlo. Ese momento mostró la colaboración y unidad entre ambos. [...] Fue la culminación de una actuación increíble".
Tal y como recoge AlloCine, en palabras del propio Hauer, filmaron la escena "con y sin palomas": "Todas las escenas en las que tengo una paloma se rodaron en dos días porque él no estaba seguro y yo tampoco. La idea era que cuando el alma se va, algo debe irse".
Una libertad ofrecida a todos los actores de la película
En otra entrevista con Radio Times en 2017, Rutger Hauer también habló de la poesía del texto y de la libertad que Ridley Scott dio a los actores en el set:
"Mantuve dos líneas porque las encontré poéticas. Pensé que eran de este personaje, porque en algún lugar de su cabeza digital tiene poesía y sabe de qué se trata. ¡Él lo siente! Y mientras sus baterías funcionan, encuentra ambas líneas". Y añadió: "Ridley me dio toda la libertad porque quería que fuera una historia basada en los personajes. Nunca había hecho una película basada en personajes. Dijo: 'Esto es lo que quiero hacer: tráeme todo lo que se te ocurra y lo haré si me gusta".
Se rumorea que el día del rodaje, los miembros del equipo aplaudieron y lloraron una vez terminada la escena. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que los fans derramaron lágrimas y que aquel texto pasó a la historia.