Si te pido que pienses en una película protagonizada por Jennifer Lawrence, probablemente la respuesta sea Los juegos del hambre. La actriz dio vida a la heroína Katniss Everdeen en la franquicia que adaptó la saga de novelas escritas por Suzanne Collins y, sin duda, ese papel la convirtió en una de las intérpretes más populares.
Lawrence participó en las películas desde 2012 hasta 2015, cuando se estrenó la última: Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2. Entre medias ganó un Oscar por El lado bueno de las cosas y participó en otros proyectos. No obstante, la actriz reconoció que la saga afectó a su trabajo.
Así lo contó durante su participación en Actors on Actors de Variety, espacio que ha compartido con Viola Davis, quien, curiosamente, forma parte de la precuela de la franquicia Los juegos del hambre. Balada de pájaros cantores y serpientes.
Como explicó:
No podía ser una observadora de la vida porque todo el mundo me estaba observando. Podía sentir que mi oficio estaba sufriendo. Y no supe cómo solucionarlo
Como continuó: "Estaba peleando intentando arreglarlo diciendo que sí a una película y luego intentando arreglarlo con otra película. Y, sin darme cuenta, lo que tenía que hacer era ninguna película hasta que algo me dijo algo".
Pese a este inconveniente, Lawrence recuerda Los juegos del hambre con cariño y afirma que para ella fue una "responsabilidad increíble". "Nadie había puesto a una mujer al frente de una película de acción porque no iba a funcionar. Nos dijeron que las chicas y los chicos pueden identificarse con un protagonista masculino, pero los chicos no pueden hacerlo con una protagonista femenina", señaló.
"Me hace muy feliz cada vez que veo que se estrena una película que destruye todas y cada una de esas creencias y demuestra que es una mentira dejar a ciertas personas fuera de las película", concluyó.
Tras un parón en su carrera como actriz, Lawrence volvió al cine con el drama Causeway y la comedia Sin malos rollos.
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