Enredados tardó catorce años en hacerse. Todos sabemos que las cosas en Disney van despacio, pero incluso en este caso parece demasiado, ¿no? Glen Keane, un mítico animador del estudio (La bella y la bestia, Aladdin, Pocahontas) tuvo la idea de adaptar un cuento de hadas de los hermanos Grimm que, sorprendentemente, había pasado bajo el radar de la empresa: Rapunzel. Cinco años después, su idea se aprobó siempre que se hiciera la animación por ordenador, y Keane empezó a echarse atrás porque creía que el CGI jamás podría igualar la calidad y la sensibilidad de las dos dimensiones. Sin embargo, al proyecto aún le quedaban un par de giros inesperados.
De Shrek a Blancanieves
Y es que ese mismo 2001, una película de Dreamworks iba a hundir a Disney de manera metafórica con una parodia anárquica que acabó arrebatándoles el primer Óscar a la mejor cinta animada: Shrek. El proyecto de Rapunzel fue variando a toda velocidad: ya no podía ser una historia de princesas. Ahora tenía que ser, literalmente, "al estilo Shrek". Se desarrollaba en San Francisco, en la actualidad, donde dos adolescentes acababan yendo al mundo de los cuentos de hadas en una versión repleta de humor negro... que, finalmente, no veremos jamás.
Por suerte, las aguas volvieron a su cauce y, tras un ataque al corazón, Keane se retiró del asiento de director dejando el sitio a dos personas que no solo trajeron los cuentos de hadas no irónicos de nuevo a la historia, sino que, además, lo hicieron haciendo referencia directa a Blancanieves y los siete enanitos, como bien explican en este TikTok que deja caer que la madre de Rapunzel y la Reina Grimhilde eran la misma persona. Parece que no tiene sentido, pero el hecho de que, después de todas las pruebas, haya una manzana dibujada en su torre, para mí es definitivo y, en mi cabeza, canónico.
Enredados no solo se convirtió en un éxito moderado de la empresa en taquilla, sino que dio lugar a una serie de televisión en las ansiadas dos dimensiones de Keane que duró 60 episodios y es sorprendentemente apreciada entre los fans de la película. Con voces invitadas como las de Bruce Campbell o Timothy Dalton, hay mucho más de lo que parece aquí. Y quién sabe: la puerta para una secuela siempre está abierta si Rapunzel deja caer su pelo una vez más...