A lo largo de los años, puede quedar catapultada en lo más fondo de nuestra mente alguna que otra películas tras los numerosos nuevos estrenos que llegan tanto a los cines como a las plataformas de streaming.
Una de ellas es Operación Swordfish y hay varios detalles por los que merece ser recordada, desde la loca escena de acción que costó 15 millones de dólares hasta el desnudo de Halle Berry que la propia actriz reconoció que fue completamente gratuito.
Además, tiene la escena más difícil de realizar en la historia del cine. Dura apenas 30 segundos y cubre una sola palabra del guion escrito por Skip Woods, pero costó 5 millones de dólares, tardó 1 año en ejecutarse y requirió el uso simultáneo de 135 cámaras. Todo ello para de lo que más se habló fue de lo mucho que se parecía a Matrix, estrena dos años antes y también con Joel Silver como productor.
El guión de Operación Swordfish llegó a un punto en el que la palabra 'Kaboom' dejaba claro que estaba ocurriendo una gran explosión en la película, pero lo que nadie esperaba era cuánto significaría. Para lograrlo, el equipo se inspiró en las técnicas utilizadas por las Wachowski en Matrix y el director, Dominic Sena, resumió sus planes en las notas de producción de la película protagonizada por Hugh Jackman y John Travolta:
Durante esa escena, los coches de policía explotan, la gente vuela por el aire y hubo que cronometrar el tiempo para que cuando llegáramos a la cámara número 125, para que una persona estuviera volando en el encuadre. Nunca había visto una escena tan difícil de preparar. […] Conseguir una escena de 30 segundos llevó días
En concreto, el rodaje en sí duró tres días, pero antes se dedicaron tres meses a planificar la escena. El motivo era ver qué material se podía grabar y qué se debía añadir más tarde por ordenador. En aquella época, la tecnología no permitía utilizar únicamente efectos visuales para realizarlo, lo que complicaba aún más las cosas.
Según informa Espinof, en estos tres días de rodaje fue necesario crear un sistema multicámara con una plataforma capaz de albergar 135 cámaras fijas. Todo ello porque era necesario alcanzar una precisión de milisegundos para salir según lo previsto. Y es que el 85% de la escena se hizo in situ, añadiendo posteriormente algunos elementos excesivamente peligrosos mediante CGI y realizando otra serie de retoques personalizados.
Tampoco fue tarea fácil, ya que la empresa Frantic Films necesitó ocho meses para preparar el set. Uno de los mayores retos fue la necesidad de ralentizar la imagen, siguiendo además un modelo diferente según lo que se estuviera viendo en pantalla en ese momento, tal y como comenta Chris Bond, cofundador de Frantic Films:
Había aproximadamente dos fotogramas nuevos que debían generarse entre cada toma de cámara. Sin embargo, debido a la forma en que las cámaras estaban curvadas en la escena, en algunos casos fue necesario crear hasta siete fotogramas intermedios sintéticos
De esta forma, la compañía tuvo que crear desde cero varios fotogramas mediante la magia de los efectos visuales, con el reto adicional de ser lo suficientemente convincentes como para hacerlos creíbles a los ojos de los espectadores.
Steven Spielberg acaba de estrenar la cuarta serie más cara de la historia: 250 millones de dólares para continuar un legadoEl resultado son unos 30 segundos realmente impresionantes que transcurren justo después del inicio de la película. Antes hay un curioso monólogo del villano interpretado por Travolta. Desafortunadamente, todo esto no fue suficiente para que Operación Swordfish fuera un éxito en taquilla.