Hace varias décadas que Arnold Schwarzenegger vivió su época más notable como estrella de cine en los años 80 y 90, pero 2023 ha sido, definitivamente, un año importante para el intérprete, con el estreno de su serie para Netflix, FUBAR, y el lanzamiento de la serie documental sobre su vida personal y profesional, Arnold, también en la plataforma de 'streaming' de la gran N. A través de ella hemos podido descubrir, por boca del propio actor, algunas curiosas anécdotas sobre su recorrido, así como sus reflexiones, ahora con más perspectiva, sobre algunos de sus episodios vitales.
Una de las grandes estrellas de acción de Hollywood, Arnols Schwarzenegger se dio a conocer con Conan el Bárbaro en 1982 y se consagraría indudablemente con Terminator (1984) y Terminator 2: El juicio final (1991), entre otros grandes éxitos de aquella época, como Depredador (1987) o Desafío Total (1990).
En aquellos años también se sitúa otra de sus famosas películas, El último gran héroe dirigida por John McTiernan y estrenada en 1993, una cinta que ahora es absolutamente mítica, pero que en su día fue vapuleada por la crítica y supuso un sonado fracaso comercial que empañaría la buena racha de Schwarzenegger.
Tal y como recordaba el actor en el documental, el fracaso de la película le sentó fatal e, incluso 30 años después y sabiendo que ahora es de culto, aún tiene recuerdos muy vívidos de lo vergonzoso que le resultó aquello y lo muchísimo que le enfadó.
Concebida como una sátira del género de acción sobre el que se cimentaba su carrera, en El último gran héroe Arnold Schwarzenegger interpretaba a una especie de caricatura de personajes de la mano de una divertida historia. La de un niño llamado Danny (Austin O'Brien) obsesionado con su héroe de acción Jack Slater (Schwarzenegger) que un día se ve mágicamente introducido en su última película.
Con un presupuesto de 85 millones de dólares de aquella época, la película se pegó un buen batacazo, con tan sólo 50 millones recaudados en taquilla. Uno resultado económicamente desastroso al que la estrella, que venía de triunfar básicamente en todo lo que hacía, no estaba acostumbrado.
Cuando se estrenó 'El último gran héroe' estaba en el punto álgido de mi carrera, tras haber protagonizado la película más exitosa del año. [...] No os podéis imaginar lo enfadado que me puse. Te duele, hiere tus sentimientos. Es una situación realmente vergonzosa. [...] No quería ver a nadie durante una semana, pero al final sigues adelante
Aquel mal momento del intérprete también es recordado por su amigo James Cameron, director de las dos películas de Terminator, quien recuerda haberle visto muy afectado por todo aquello y por cómo podía afectar a su carrera: "Parecía que estaba llorando en la cama". Declaración que le hizo más daño aún.
Afortunadamente, Cameron le tenía en mente para su nuevo gran proyecto: Mentiras arriesgadas, una elogiada película que resultó ser un éxito y que supuso el empujón de confianza que Schwarzenegger necesitaba.