"Fue mi peor experiencia profesional". Así describió Michael Caine el rodaje de El expreso de Pekín (1995) y Medianoche en San Petersburgo (1996), dos filmes que aceptó cuando veía cómo su carrera se iba al traste. Además, el del espía Harry Palmer fue su papel más peligroso.
"Pronto, los guiones empezaron a no llegar. Incluso los malos. Y hay una cosa peor que que no te ofrezcan malos guiones, que no te ofrezcan ninguno en absoluto", relató el actor en Daily Mail en 2010. Antes de embarcarse en El expreso de Pekín y Medianoche en San Petersburgo, Caine aceptó un filme con Steven Seagal titulado En tierra peligrosa (1994).
"Me desesperé tanto que acepté una película en Alaska con Steven Sagal, el experto en artes marciales. La película se llamaba En tierra peligrosa y el título era apropiado", destacó. "Aunque Steven y el resto del equipo eran geniales en el trabajo, rompí una de las reglas de las malas películas: si vas a hacer una película mala, al menos, hazla en una buena localización".
"En mi época, rodábamos la escena de amor y seguíamos adelante”: Michael Caine da su opinión sobre los coordinadores de intimidadEsto último pareció olvidarsele de nuevo a Caine cuando, todavía con el pensamiento de que sus días como actor eran parte del pasado, aceptó dos filmes rodados de forma continua: El expreso de Pekín y Medianoche en San Petersburgo.
GUARDAESPALDAS Y LA MAFIA RUSA
Caine se tuvo que trasladar a San Petersburgo (Rusia) para rodar el proyecto y fue su papel más peligroso:
Nuestro hotel era el centro de la mafia local. Una tarde, estábamos sentados en la zona del té cuando una docena de hombres vestidos de negro y con máscaras cruzaron la habitación, chocando contra las mesas y lanzándose directamente hacia su objetivo. Todo terminó en un segundo. Resultó que eran las fuerzas de élite de la policía rusa
Tras lo ocurrido, a Caine le asignaron guardaespaldas. "Dos tipos con kalashnikovs que me seguían a todas partes por la calle en un Jeep y otro con una pistola que, aparentemente, me vigilaba cuando estaba en un interior", recordó el actor. "Nunca supe quién era, pero le tomé la palabra al director de producción de que existía".
El actor, pese a la seguridad, tuvo una inquietante charla con uno de los mafiosos de la zona. "Uno de ellos se me acercó y me preguntó si podía unirse. Como si pudiera decir que no. Preguntó: '¿Por qué tienes estos guardaespaldas?'. Le respondí, muy inocentemente, que no tenía ni idea de su trabajo: 'Dicen que hay mafia en San Petersburgo y me preocupa mi seguridad'. Se rio y se dio un golpe en su enorme muslo. 'Trabajas para -'. Y me dio el nombre de una compañía cinematográfica rusa que no entendí. Se levantó y dijo: 'Es nuestra. No hay necesidad de preocuparse. Eres el hombre más seguro de todo San Petersburgo".
Uno de los peores momentos que recuerda Cane de la producción fue un día en el que tuvo que usar el baño. "El rodaje fue un chiste", señaló. "El golpe final llegó cuando estábamos rodando en el propio estudio Lenfilm. Quería ir al baño y me indicaron el lugar. Podía olerlo a 50 metros de distancia y era el baño más sucio que he visto jamás. Salí e hice mis necesidades en la zona de sonido. Me di cuenta de que otros hombre había hecho lo mismo antes. Así que aquí ha terminado mi carrera, pensé: en el retrete. Estoy acabado. Me llevé a la familia a nuestra casa en Miami inmediatamente después de Navidad".
Afortunadamente, Caine remontó gracias a Jack Nicholson y el director Rob Rafelson. Los tres hicieron una película titulada Blood and Wine (Sangre y vino). "Fue la mejor decisión que he tomado", dijo Cane. Con este filme, el intérprete ganó la Concha de Plata a Mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián.
Caine ha estado trabajado como acor hasta el año pasado, cuando confirmó su jubilación a los 90 años.
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