En 2022 se cumplieron 50 años de su estreno, pero sigue siendo y será, probablemente hasta el fin de los tiempos, un título fijo en la lista de las películas más célebres de la historia del cine. Dirigida por Francis Ford Coppola como adaptación de la novela homónima de Mario Puzo, El Padrino (1972) no solo es un icono absoluto del cine de gánsters, sino que es una de las mejores películas jamas realizadas y su influencia en la industria cinematográfica es absolutamente inmensurable a día de hoy. Sin embargo, aunque Paramount Pictures tuvo claro rápidamente que debía hacerse con los derechos de adaptación de la obra de Puzo, encontrar a un director que quisiese ponerse detrás de las cámaras del ambicioso proyecto se convirtió casi en una tarea imposible.
Cuesta creerlo a día de hoy, sabiendo lo que supuso El Padrino para la carrera de Coppola y el lugar que ocupa en la historia, pero a principios de los años 70 no fueron uno, ni dos, sino ocho directores los que dijeron que no a la propuesta de la productora para dirigir la película.
La novela de Puzo había sido publicada en 1969 y sería un 'bestseller', pero Paramount ya se había fijado en ella incluso antes de ser publicada y le ofreció al autor 12.500 dólares ya en 1967, que ascenderían a 80.000 si, una vez terminada, daban luz verde a la producción de una película. Algo que, como todos sabemos, finalmente sucedió.
De hecho, en 1970 el proyecto estaba oficialmente en marcha, pero la primera tarea del productor Robert Evans era encontrar al director perfecto. Probablemente no imaginaba tantas negativas, pero el rechazo de Sergio Leone a ponerse detrás de las cámaras fue solo el primero de los 'noes' que recibiría durante el proceso. El director italiano parecía perfecto para el trabajo, por un lado por su nacionalidad y, por otro, porque Paramount ya había trabajado bien con él en su anterior película, pero el cineasta tenía otra película de mafia en mente, Érase una vez en América, que se consideró un fracaso.
Tras Leone, también dijeron que no a El Padrino, por distintas razones, Peter Bogdanovich, Peter Yates, Richard Brooks, Arthur Penn, Franklin J. Schaffner, Costa-Gavras y Otto Preminger.
"No era lo suficientemente italiano": A Sylvester Stallone no le permitieron protagonizar una de las mejores películas de todos los tiemposFinalmente, Paramount Pictures llegó a Francis Ford Coppola, que tenía ascendencia italiana y cumplía con ese requisito, pero además era económicamente un fichaje muy viable -le pagaron poco más de 100.000 dólares por el trabajo-, puesto que aún no era el cineasta que conocemos a día de hoy. En aquel momento el cineasta tenía 31 años y había dirigido sus primeros largometrajes, pero, a pesar de su juventud, tenía muy claro lo que quería. De hecho, lo tenía tan claro que también tuvo claro que no quería dirigir El Padrino.
"La mitad del libro es sobre una mujer que tiene un problema ginecológico y el tipo que la va a operar, que le hace el amor. Pensé que era muy sórdido y yo quería ser un artista", confesó Francis Ford Coppola en una entrevista en el programa de Howard Stern en el año 2009 según las declaraciones recogidas por la revista Far Out.
Se habían hecho algunas películas sobre la Mafia antes y habían sido grandes fracasos. Así que todos los grandes directores las rechazaban. Finalmente decidieron hacerlo con un presupuesto muy bajo. Y yo era también guionista, así que pensaron que se llevarían una reescritura gratis por mi parte
Según explicó, la propuesta inicial no le gustó, pero otro compañero le hizo reflexionar sobre lo bien que le vendría ganar un poco de dinero para sus futuros proyectos: "Pensé que el guion era muy tonto. No quería hacerlo porque había escrito el guion de la película La Conversación y estaba intentando conseguir financiación para ella. Fue George Lucas quien me dijo que debería hacerlo porque necesitábamos que entrase algo de dinero".
Finalmente, tal y como había vaticinado, Coppola tuvo que reescribir el guion de El Padrino, aunque el proceso para hacer la película no fue fácil y tuvo varios encontronazos con la productora: "Se rumoreaba que me despedían todas las semanas. No les gustaba mi casting porque traía nuevos actores de los que nadie había oído hablar. El estudio quería contratar a alguien como Robert Redford para interpretar a Michael Corleone".
Con perspectiva, todos sabemos que Francis Ford Coppola, manteniéndose fiel a sus ideas sobre lo que debía ser El Padrino, estaba gestando una película que pasaría a la historia. Y así fue: tras su éxito comercial y de crítica, la película ganó tres premios Oscar, incluyendo Mejor película, dio lugar a dos secuelas y consagró la carrera de Coppola, que nunca se arrepentiría de haber dicho que sí.